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Señores

sábado 03 de febrero de 2024, 08:00h

Ojo con los dichos y hechos señor Antonio Garamendi, presidente de la patronal de patronales, figurante en múltiples entes y rodeado de mil tentaciones correctas o corruptas… porque por la boca muere el pez y porque donde las dan las toman.

Cuando usted se refiere a la ministra de trabajo en términos altaneros-descalificadores-despectivos como : “quien es esa señora intervencionista que se mete en camisa de once varas, parece una dirigente de república bananera”… está dando licencia a la ministra y a casi todas las personas con un mínimo sentido-sentimiento común para que le recuerden o le respondan más o menos así: “qué y quien es ese señor que siendo el representante y responsable de uno de los países con más autónomos-empresarios privados por kilómetro cuadrado, también es uno de los países con más parados, precarios, salarios de hambre, o casi, desde el punto de vista económico, laboral y social.

Eso sin contar las escasas posibilidades de futuro para la mayoría de jóvenes… más los índices de pobreza que hay entre niños y adolescentes. Está claro que la patronal, usted y su equipo, necesitan más autocrítica-planificación y menos autocomplacencia-frivolidades. Está clarísimo que lo que preside y derivados… está sobrecargado de contradicciones e intereses contrapuestos y de estructuras abstractas-anacrónicas a juzgar por las aperturas, cierres, alquileres, absorciones, traspasos, ruinas etc., de empresas-negocios que aparecen y desaparecen a velocidades de récords. Esa realidad, es de: ¿república bananera, de dictadura capitalista, de monarquía banal o de dejadez casi total? Estará usted y su equipo de acuerdo en que algo peligroso y preocupante falla en los chiringuitos-organigramas de este modelo de sociedad-suciedad cuando hay empresarios y trabajadores que no les salen las cuentas mínimas.

Conste que servidor tiene el máximo respeto a toda persona coherente y modélica…me da igual que sean empresarios, funcionarios, trabajadores por cuenta propia-ajena o sean voluntariosos sanos sin más.

Comprenderá que el personal en general, esté harto de señores cuyo único discurso es: crear riqueza-pobreza… ¿sin raciocinio ni límite? Y de proezas-promesas incumplidas también. Es verdad que hay muchas más señorías políticas suspensas que sobresalientes. ¿Qué nota le concedemos a la señora ministra y a usted?

Señor, entre otros significados, es: “varón respetable que ya no es joven”… “héroe o protagonista de una historia”.

Señorial, entre otros significados, es: “majestuoso, noble”.

Señorío, entre otros significados, es: “dignidad de señor”…. “gravedad, mesura y elegancia en el porte, la acción o las palabras”… “conjunto de señores y personas con distinción”.

Señorito, entre otros significados, es: “hijo de un señor o de persona con distinción”… “joven acomodado que lleva una vida superficial, voluble y viciosa”. Nada que ver con la heroicidad, con la naturalidad y con protagonismos elegantes.

Sermón, entre otros significados, es: “diálogo o discurso bueno, regular, malo”… “amonestación o represión insistente y larga”.

Señor Antonio Garamendi, visto lo visto y escuchado lo escuchado, entenderá usted que se cuestione o se rechace a muchos que se creen, les hace creer, o se les trata como señores sin bagaje ejemplar-permanente-personal para tal honor. Entenderá que se cuestione o se rechace la señorial majestuosidad y nobleza humana-sensible a los que acaparan más que comparten. Que se cuestione o se rechace la dignidad, distinción, mesura o elegancia que conlleva el falso señorío-elitismo. Que se cuestione o se rechace a señoritos con trayectorias tan ociosas-ostentosas como odiosas-viciosas. Que basta ya de sermones como el “sálvese el que pueda, el “búscate la vida”, el “sistema menos malo” o el “más de lo mismo o peor”.

La señora ministra, desde su origen humilde, ha ido de menos a más en responsabilidad y compromiso. Un respeto.

Usted, y todos o casi todos sus compinches son de origen acomodado-distinguido-influyente, ahora mismo, no sabemos si sus gestiones-trayectorias… han ido de menos a más o de más a menos. Con perdón, no olvidemos que hay nietos tontos de abuelos inteligentes y por supuesto al revés. En efecto, hay que despejar dimes, diretes y dudas.

Según usted, hubo un tiempo, tampoco sabemos si se trata de un trimestre, un año, o un lustro, que se consideraba un hippie progre. El caso y la cosa es que a sus sesenta y seis “tacos”, lleva décadas que es, o parece que es: un yuppie retro.

Señor Antonio Garamendi, menos descalificar a la ministra, menos arrogancia, menos amenazas, menos bla, bla, bla, jiji, jaja… y más dedicación-tarea para colaborar-solucionar las calamidades-conflictos que genera la oferta-demanda y el mercado-mercaderes sin analizar-profundizar-reflexionar sobre sus consecuencias secundarias.

Son-sois-somos muchos los señores que a corto-medio plazo tendrán-tendremos que demostrar auténtica valentía-valía con la muy necesitada mejora de La Humanidad con y sin fronteras.

¡A currar, pensar y proyectar con honestidad, lógica y sinceridad tocan!

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