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El congreso de Valencia y el proceso del PSOE (II)

lunes 13 de septiembre de 2021, 16:15h

En el anterior artículo “El Congreso de Valencia y el proceso del PSOE” ya apuntaba aspectos clave al objeto de entender la transformación socioliberal de la escisión felipista del PSOE y sus políticas reales. La ponencia marco abunda en estos planteamientos, pero afirma estar por la socialdemocracia y reivindica la socialdemocracia, yo negaba la mayor, veamos: La Socialdemocracia es de origen marxista y obrero como sería la de muchos de los partidos de la llamada II Internacional Socialista, no renuncia ni al control del capitalismo, ni a las nacionalizaciones de sectores estratégicos, la educación pública y el estado social. Es una suerte de transición al socialismo por vía parlamentaria y democrática. A pesar de ello el fundador del PSOE Pablo Iglesias se alineo con Kaustky el autor marxista frente a las tesis de Berstein el padre de la socialdemocracia del siglo XX y esto es importante saberlo. El problema es que tras leer la ponencia marco las medidas de defensa de lo público más allá de ciertos servicios y en ocasiones de forma compartida con lo privado, no queda nada clara. La privatización de servicios es el principal foco de corrupción. Es más hay una importante aportación y es hacer una ponencia para un congreso “socialista”, sin contenidos socialistas.

La socialdemocracia nacionalizó industrias, minas, siderúrgicas y bancos, creó la sanidad y la vivienda públicas. Puede el PSOE felipista estar inmerso en el sistema y aceptar el capitalismo y solo aspirar a reformas de cierto reparto, pero no se puede renunciar al control del mercado y a salvaguardar sectores para lo público y por tanto para su su gestión y control democrático. Las tesis de la globalización neoliberal impulsadas por la OMC entre otras cosas se planteaban hacer de lo público en Europa y el mundo negocio privado, convertían la OMC y la UE, servicios en comercio, de ahí la aberración del llamado “mercado eléctrico” o la privatización de la sanidad, por ejemplo. Se puede no estar por la nacionalización de la banca, pero no hay ningún texto de Berstein defendiendo la privatización de la banca pública, tal y como el PSOE ha hecho en el reino de España y otros socialdemócratas no han hecho en Europa.

Sería pues loable que en el congreso se planteara seriamente la situación y el papel de los bancos y la necesidad de implementar un banco público o defender sin ambages la primacía de enseñanza, la sanidad y el sistema de pensiones clara y nítidamente públicos. Al igual que desarrollar el sector público en lugar de tan solo repartir dinero público a empresas privadas al objeto de que estas hagan negocio, pero luego se opongan al incremento del salario mínimo o despidan trabajadoras y trabajadores. No entra además la ponencia a estudiar la situación económica mundial que nos afecta de lleno; la crisis capitalista y la situación real de Europa Unión en el mundo, su papel y su viabilidad real al margen del seguidismo de Alemania que sin embargo no ha renunciado a su propia geoestratégia y su presencia autónoma en los mercados mundiales.

En aspectos institucionales y de organización política del estado, en un estado plurinacional hay temas que no se abordan. Entendemos que en un congreso del PSOE no hay nada que negociar con el PP, en cualquier caso eso ya llegará, por tanto ¿Qué ocurre con la “ley mordaza”? Así como con reformas legales con respecto a delitos de represión que de igualarnos con Europa lo es con Polonia. La ponencia solo enumera en otro aspecto la reforma constitucional, pero sin aclara hacía donde.

Hay un debate imprescindible pero que debe surgir y a pesar de la composición de las delegaciones deseo que las juventudes socialistas lo vuelvan a plantear y es la cuestión republicana. El PSOE era históricamente republicano y su secretario general Rodolfo Llopis siempre tuvo claro que la República era un objetivo y un referéndum necesario para determinar democráticamente la forma de Estado. Muchas y muchos militantes del PSOE han sido y son republicanos coherentemente. Ser republicano es algo más que reivindicar historia, es lograr la democracia. La corona está desgastada y atorada de corrupción y autoritarismo.

La República puede ser reivindicada de forma práctica y no solo simbólica como otras izquierdas hacen. Para ello y por tanto para lograr que de verdad seamos una democracia plena, que las fuerzas franquistas atrincheradas en el PP, VOX y Ciudadanos impiden junto a sectores muy reaccionarios del poder judicial y las sagas de la “justicia” es necesario iniciar un proceso constituyente, no una reforma y acometer una consulta, por una razón, con PP y VOX la negoción de modificar ni siquiera una coma será imposible y por tanto solo el pueblo soberano debe decidir, y el Congreso debiera preguntarle a Pedro Sánchez cuál es la razón verdadera de su profunda posición monárquica, servil con el rey e inmovilista a la hora de cambiar, reformar y derogar leyes fundamentales, puesto que de la Constitución se han apropiado la extrema derecha ya sea política, judicial o económica en un estado donde las derechas democráticas son muy minoritarias.

El objetivo de lograr una democracia plena y por tanto republicana, necesita del PSOE renovado se quiera o no y el PSOE si reivindica ser el PSOE se debe comprometer con la república puesto que en nuestro estado esto va más allá de una mera forma de jefatura, va encaminada al reparto, la justicia social y la igualdad, así como acabar con la corrupción.

Carlos Martínez García

Politólogo y ex portuario. Miembro de la plataforma socialista pro PSF.

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