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¡Caiga quien caiga!

Por Gabriel Elorriaga F.
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elorriagafernandezhotmailcom/18/18/26
jueves 29 de febrero de 2024, 11:53h

El diputado José Luis Ábalos, con cara de santo inocente, desobedeció el ultimátum de su partido de devolver su escaño. Estaba en su derecho porque a quién se debe es a sus electores y no, exclusivamente, a quien lo incluyó en una lista. Cuando un partido incluye a alguien en su lista es porque, en ese momento, cree que conviene políticamente por algún motivo que favorece una buena acogida por los electores o por los cuadros del partido que ha de colaborar en el proceso electoral. Nadie incluye en sus listas a quien va a dañar negativamente la predisposición del electorado.

Pedro Sánchez hoy no hubiese nombrado a Ábalos ministro, ni secretario general de organización del PSOE, ni le hubiese puesto a guardar, como en 2017, sus avales de candidatura a secretario general, ni hubiese pernoctado en su acogedora casa valenciana ni otros detalles familiares o políticos que, al parecer, antes no conocía. Ábalos sabía más que lo que expuso en su conmovedora negativa a devolver el escaño. Pero también quien se lo pedía sabía más cosas desde antes. También sabía más cosas Santos Cerdán, sucesor de Ábalos en el tercer mando del PSOE, cuando caminaba hacia la casa valenciana en otra de las desagradables “embajadas” que le encargaba su jefe y que no podía encargar a nadie que mereciera este título. Son los Koldos de Sánchez, como el verdadero Koldo fue antes el mensajero de los dos. Salvo que Koldo está en la instrucción judicial y Ábalos no está por ahora imputado en ninguna causa. Se le quiso castigar preventivamente, como cortafuegos responsable de faltas “in eligendo” o “in vigilando”. ¿Pero quién lo vigilaba a él? Lo que explica la rebelión de Ábalos es que su misma responsabilidad la tiene quien lo ha elegido y vigilado a él como miembro de su Gobierno y dirigente de su partido. Probablemente Ábalos hubiese aceptado el papel de cortafuegos si Sánchez no hubiera tenido la desfachatez de alardear “¡El que la hace la paga!” cuando aún no sabemos por voz autorizada qué es lo que ha hecho Ábalos. Este asunto se está aireando antes entre los sometidos a los nervios que entre los sometidos a instrucción.

¡El que la hace la paga! ¡Caiga quien caiga! Son tópicos soportables en boca de demagogos novatos pero son expresiones repugnantes en la misma boca que está propulsando una Ley de Amnistía para que no paguen ni caigan quienes malversaron los fondos y las formas democráticas en Cataluña. El diputado José Luis Ábalos hace comprensible enrocarse en el grupo mixto, donde se encontrará con otra ex ministra de Sánchez en tiempo de cuaresma, Ione Belarra. Allí podrán meditar juntos por qué los pimientos de Padrón unos pican y otros “non”. Lo que no se perdona es picarle a Sánchez.

Ábalos es el primer diputado socialista que se rebela contra la norma borreguil de obedecer sin rechistar a su jefe, porque se sabe víctima de sí mismo. En cambio no se rebelará cuando la víctima pueda ser la Constitución. ¿Se rebelará algún otro diputado socialista contra los trapicheos de Sánchez por los siete votos de Puigdemont? Todos estos embrollos en torno a la Presidencia del Gobierno, a la Presidencia de las Cortes y a varios ministerios de ayer y de ahora solo puede clarificarlos el propio presidente Sánchez que es quien debe saberlo todo. Y debe saber también lo que él hizo y lo que él dejo hacer. El curso de la justicia es lento pero las responsabilidades políticas afectan directamente a todos los que tienen que dar muestras de ejemplaridad. ¡El que sabe que hable!

De otros escaños solo sabemos que Carmen Calvo se ha ido del suyo, bien servida, como presidenta del Consejo de Estado. Correrá la lista para sustituirla reglamentariamente y le corresponderá el escaño a Olvido de la Rosa. La rosa olvidada se la llevará Carmen Calvo, tan colorista ella, según los prelados vaticanos. Parece increíble que el azar tenga tan mala uva. Olvido de la Rosa no es una consigna ni un lamento romántico por la inocencia perdida. Es la descripción de un puño sin flor del “Manual de Resistencia” de Sánchez con su mano cerrada y despiadada. La mano con que amenaza a los diputados que pretendan rebelarse contra su dogma: ¡Caiga quien caiga, menos yo!

Gabriel Elorriaga F.

Ex diputado y ex senador

Gabriel Elorriaga F. fue diputado y senador español por el Partido Popular. Fue director del gabinete de Manuel Fraga cuando éste era ministro de Información y Turismo. También participó en la fundación del partido Reforma Democrática. También ha escrito varios libros, tales como 'Así habló Don Quijote', 'Sed de Dios', 'Diktapenuria', 'La vocación política', 'Fraga y el eje de la transición' o 'Canalejas o el liberalismo social'.

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