Diario de una pesadilla (13 de mayo)

El turismo está herido de muerte en este país y más si el incauto extranjero que pise territorio español sabe que sus vacaciones, que suelen ser de quince días, va a pasarlas confinado en un hotel sin poderse mover de la habitación salvo para ir al supermercado parapetado con mascarilla y guantes. Esa será la única salida que se le permita y su único horizonte: de la habitación al súper y del súper a la habitación. ¡Así incentivaremos el turismo! ¡Viaje al centro de su habitación con vistas! Sinceramente, para ir a una habitación de vacaciones, sin más perspectiva que esa, los turistas se pueden ahorrar el gasto quedándose en su país de origen. ¡Comprendo el malestar en el sector hotelero y en el sector turístico en general!

Alfonso Merlos sigue llenando las páginas rosas de este confinamiento muy a su pesar. Me anuncia que ya tiene en marcha “una macrodemanda” por todas las cosas que se han dicho de él. Ha sido una auténtica lapidación retransmitida por tierra, mar y aire. Me resulta chocante verle compartir portadas de las revistas del corazón esta semana junto a las reinas del papel “couché”.

¿Y habrá un mes más de estado de alarma? Esa parece ser la intención del gobierno. Lo dejó caer Carmen Calvo. No quince días más, un mes entero. Da la sensación de que el presidente Sánchez lo tiene ya amarrado con las distintas formaciones políticas que le dan los “síes” necesarios para llevarlo a cabo.

Mientras tanto, vigilemos nuestra salud. Me entero que al Covid-19 no le gustan las soluciones alcalinas. Huyen de ellas como del agua y el jabón. Qué fácil esta solución alcalina: zumo de limón, una pizca de sal y de azúcar y bicarbonato. Así de sencillo. No está de más saber que el virus huye de los cuerpos alcalinos como de la peste. También nos ayudaría mucho, sobre todo para fortalecer nuestra musculatura, comer: huevos, mejillones, gambas, salmón, pollo, cacahuetes, ternera, legumbres, quesos frescos y gelatinas. Ahí lo dejo tal cual me lo ha contado Miguel Ángel Almodóvar.

No nos queda otra que estar fuertes física y psicológicamente. Nuestro psicólogo de cabecera, Javier Urra, ha aprovechado estos dos meses encerrado para sacar otro libro. ¡Es una máquina! Trata de cómo superar este periodo que nos ha tocado vivir: “Afrontamiento psicológico en tiempo de crisis”. Lo necesitaremos como libro de cabecera. Vamos a acabar todos muy tocados. Algunos, ya lo estamos. ¡Lo confieso!

Al final, me salva del desconcierto esas flores virtuales que me manda mi hermano de su jardín cada día. Esos corazones que me envía Loli desde Málaga y esas palabras de ánimo de Julia, lectora de este diario; los buenos consejos de Gema, las fotos de Paco desde Abanilla; los videos de mis amigas y la voz de Constantino Mediavilla que tiene fuerza para dar y tomar. Tenían que verle cantar el “Madrid, Madrid” de Agustín Lara con guitarra electrónica. No tiene desperdicio. Poco a poco nos acercamos a la celebración del santo más cercano de todo el santoral: San Isidro. Esta vez será virtual. ¡Como lo está siendo casi todo! Me marcaré un chotis por el patrón de Madrid. Le pediremos un milagro para que nos saque de este pozo. Ya lo hizo con su hijo, salvándole de una muerte segura. ¡Viva San Isidro! ¡Viva Madrid!