Podemos, con la boca pequeña, acepta unas elecciones donde espera su 'asalto' a Cataluña

En Podemos han mantenido una actitud muy cuestionada durante todo el procés soberanista. Pero una vez llegados a este punto, con el Gobierno de Rajoy llevándose las responsabilidades en lo bueno y en malo de tomar las drásticas deciesiones para responder al independentismo, en el partido de Iglesias se frotan las manos, aunque no lo quieran aceptar. Sus cálculos electorales son optimistas y esperan estar en primera línea cuando los resultados estén sobre el tablero político la noche del 21 de diciembre.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, advirtió en su cuenta de Twitter de que las elecciones en Cataluña deben celebrarse "sin represión" y con la participación de todas las opciones políticas. Indicó que Podemos defenderá que "Cataluña siga en España aportando a un proyecto de país plurinacional, solidario y fraterno" y que continuará apostando por "el diálogo y un referéndum legal y pactado".

En una entrevista que publica EL ECONOMISTA, el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, asegura que "el 21-D es una oportunidad para derrotar al independentismo".

Por su parte, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, recordó que la DUI "no cuenta con el apoyo mayoritario de los catalanes", aunque también rechazó la aplicación del 155 y pidió al PSOE que deje de apoyar al PP. "Somos mayoría, en Cataluña y en España, quienes queríamos que pararan las máquinas y se impusiera el diálogo", dijo.

Aunque la marca electoral en Cataluña puede que esté protagonizada por los llamados 'comunes', que controlan Ada Colau y el diputado nacional Xavier Domènech, Podemos quiere formar parte del festín. Si las cosas se dan bien, serán fundamentales para formar gobierno. Un Ejecutivo que aún está en el aire en cuanto a color político, puesto que deben pronunciarse los partidos soberanistas, PDeCAT, ERC y la CUP, sobre si participarán o no en la convocatoria electoral decretada desde Madrid y que, hoy por hoy, no aceptan.