La unidad de las autoridades estatales y de la Generalitat ha sido ejemplar, como se relata líneas abajo. Pero ello no ha sido obstáculo para que Carles Puigdemont haya dejado claro que los ataques terroristas en Barcelona y Cambrils vayan a cambiar su "hoja de ruta" hacia la independencia y el referéndum del 1-O de independencia el próximo 1 de octubre, como ha declarado en Onda Cero.
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, encabezó un comité de crisis horas después del atentado, al que acudió también la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. A su término, en una declaración ante la prensa en el Palau de la Generalitat, Puigdemont advirtió de que "la democracia doblegará al terrorismo y la barbarie" y constató que, a pesar del atentado, Cataluña "ha sido, es y será tierra de paz, bienvenida y acogida".
El presidente catalán evidenció la "consternación" por el ataque y destacó el operativo desplegado por los Mossos y el apoyo recibido por parte de la Guardia Urbana y las fuerzas y cuerpos policiales del Estado. "Aquí no ha habido división o disputa que valga", afirmó.
Por su parte, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, destacó la rápida reacción ante el atentado y trasladó su pésame a los familiares y amistades de las víctimas y heridos. Explicó que desde el primer momento, Barcelona ha recibido un alud de solidaridad, que hace sentir a la ciudad más fuerte. "Los cobardes que han intentado sembrar el terror no lo conseguirán", concluyó Colau.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, transmitió a Puigdemont "todo el apoyo del Gobierno y del Estado para ayudar a las víctimas, restablecer cuanto antes la seguridad a la ciudadanía y poner ante la justicia a los responsables de esta barbaridad". Por su parte, Puigdemont, dijo que espera reunirse en las próximas horas con el presidente del Gobierno. "Esto no va de ideas políticas, sino de lucha por la libertad y la democracia", señaló.
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