Aunque Ciudadanos comenzó su andadura como un partido en Cataluña que quería representar a aquellos que no se sentían nacionalistas y que pretendían poner fin a las políticas lingüísticas y soberanistas en esta región, después se extendió al resto del país prometiendo ser un partido de centro. También llegaron a hablar de ser un partido con corazón de izquierdas. Pasados algunos años, la formación naranja se ha ido derechizando -algunos dirán que dando su verdadera cara- en función de que también ha ido creciendo su expectativa de voto.
Los de Albert Rivera han pasado de ser el cuarto partido en votos en las elecciones de 2016 a ser la favorita por los españoles, según indican las encuestas. Aún el CIS le da una tímida segunda plaza, pero todos entienden que será cuestión de tiempo, poco tiempo, que veamos a los naranjas como partido más votado de España. Por eso ha llamado la atención tanto su radicalización en sus posiciones y argumentos, que ha llegado por extremar su oposición al PP para terminar de desgastar a los de Génova 13.
La última acción destacada ha sido dar por roto el apoyo al Gobierno en la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña al entender que no se está aplicando como debiera. "Hasta aquí hemos llegado con esta displicencia", advirtió Rivera durante la sesión de control de ayer, en la que pidió al presidente Rajoy explicaciones por no recurrir al Tribunal Constitucional el voto delegado de los diputados independentistas huidos Carles Puigdemont y Antonio Comín.
Este jueves, en el programa de Ana Rosa Quintana en Telecinco, Rivera ha confesado que lleva 4 meses sin hablar con Rajoy y que le pide más contundencia en Cataluña: "Lo que es un lío es no aplicar la Constitución de una manera seria. Voy a dejar de apoyar el 155 si no lo aplica". Sobre el rifirrafe en la sesión de control del Gobierno de ayer con el presidente del Ejecutivo, confesó: "Ni me enteré cuando Rajoy dijo lo de 'aprovechategui'. Entiendo que esté preocupado por las encuestas".
Pataletas
El coordinador general del PP, Fernando Martínez Maillo, tachaba después de "pataleta infantil" el comportamiento del líder de Ciudadanos, y en parecidos términos el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, acusó a Rivera de tener una actitud "infantiloide", al tiempo que le pedía que no se confundiese de adversario. Martínez Maillo se preguntó qué alcance tiene el anuncio de Ciudadanos, y si eso significa que el partido naranja ya no apoya la aplicación del 155, porque, a su juicio, eso debería explicarse a los españoles.
Por su parte, el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, explicaba que si Rivera daba por roto el acuerdo con el Gobierno para la aplicación del artículo 155 es porque no quieren seguir respaldando una aplicación "blanda" de esta medida, "amable con los nacionalistas" y "pactada" con el PNV. Dejaba así clara la radicalización de la postura de su partido.
En la prensa se ve así: el diario EL PAÍS dice que "Rivera se enfrenta a Rajoy y le retira el apoyo en Cataluña". Por su parte, EL MUNDO señala que "Rivera acusa a Rajoy de haber desaprovechado el 155". Para ABC, "Cs retira su apoyo a Rajoy en Cataluña aupado por el CIS". EL PERIÓDICO habla de "rifirrafe de aroma electoral en el Congreso", y titula: "Rivera intenta adelantar a Rajoy por el flanco catalán". Según LA VANGUARDIA, "PP y Ciudadanos entran en combate por la hegemonía de la derecha". Mientras, LA RAZÓN destaca que "Rivera rompe con Rajoy por no 'desobedecer' al Constitucional". El diario se hace eco del informe de la Abogacía del Estado que desaconsejó impugnar el voto de Puigdemont y Comín.
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