El 23 de julio de 2011 apareció muerta Amy Winehouse. Fue la
crónica de una muerte anunciada por la prensa amarilla del Reino Unido que
había encontrado en la turbulenta vida de la cantante un filón. Pasó a formar
parte del triste grupo de los muertos a los 27 años junto a Hendrix, Kurt
Cobain, Jim Morrison o Janis Joplin. Pero aquí no queremos centrarnos en temas
truculentos sino en la tremenda capacidad musical de Winehouse, responsable en
gran medida del buen momento que vive el soul en el siglo XXI. Aquí van unas cuantas canciones
que hacen imposible olvidarla.