tripartito

Que el PSOE está en contra del pacto con Esquerra para gobernar en Cataluña no es un secreto. Pero incluso ayer, tras la Ejecutiva socialista, la versión oficial sigue siendo de 'total apoyo' a Montilla y sus decisiones. El primero en tachar de dislate este acuerdo ha sido el ex ministro Bono: El manchego afirma que no le gusta y que el "empeño" del PSC no es bueno para el socialismo.

El enfado a mares que tenían los nacionalistas se va mitigando. De momento, el líder de CiU, Artur Mas, dijo no sentirse traicionado por Zapatero "porque si no hay ningún acuerdo no hay ninguna traición", y dijo que su última conversación con él fue "justo antes del referéndum del Estatut". Se dice que entonces se acordó un pacto para gobernar en Cataluña y llevarse bien en Madrid.

El secretario general del PP, Ángel Acebes, culpó este lunes al presidente Rodríguez Zapatero, de haber logrado que a estas alturas de la legislatura el independentismo sea hoy "mucho más fuerte" y el Estado "más débil". Además, auguró que el segundo gobierno tripartito en Catalunya será "peor" que el primero y se guiará por la "radicalidad", dado que los socialistas han perdido poder en las urnas y Zapatero "pone en manos" de Josep Lluís Carod Rovira "los destinos de los catalanes y cada vez más del resto de los españoles".

Gran dislate el que se va a producir en Cataluña tras la cita en las urnas y a través de los pactos post-electorales. La razón misma por la que se adelantaron las elecciones, la ruptura del tripartito y su incapacidad para una buena convivencia entre PSC y Esquerra, queda olvidada hasta el punto de que Carod anunció ayer su apuesta clara por reeditarlo. Montilla tiene la última palabra pero todo indica que impedirá al ganador, Artur Mas, ser president. Zapatero y el PSOE, desde Madrid, tendrá mucho hoy qué decir.