Zapatero ‘ordena’ suspender todas las iniciativas para iniciar el diálogo con ETA

· Pero no dice expresamente que el proceso de paz ha quedado definitivamente roto

Condena rotunda, tajante y durísima del presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero, al atentado de la banda terrorista ETA en Madrid. Una condena tan dura, tan acorde con la brutalidad del acto, que ha ordenado suspender todas las iniciativas tendentes a iniciar el diálogo con ETA. Sin embargo, Zapatero ha rehusado hasta por cuatro veces decir expresamente que el proceso de paz en el País Vasco queda roto. Pero mandó un mensaje para los batasunos de Otegi y los etarras de Josu Ternera: “Con violencia no hay diálogo, ningún tipo de diálogo”.

Todo parece indicar que el Gobierno socialista va a volver al consenso en política antiterrorista tal y como le pedía el PP: a la aplicación estricta de la Ley de Partidos Políticos y del pacto antiterrorista. Así se deduce de la comparecencia que el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, ha protagonizado a las 18.25 horas de este sábado en el Palacio de la Moncloa. Una comparecencia en la que el presidente ha admitido algunas preguntas y que, según confesó él mismo, ha preparado telefónicamente con el líder de la oposición, Mariano Rajoy, con quien habló en dos ocasiones a lo largo del día.

Rodríguez Zapatero llevaba un mensaje inequívoco: se acabó el diálogo con la banda armada ETA: “El atentado de hoy es incompatible con el alto el fuego permanente que ETA declaró hace 9 meses” y nada hay más contrario a la resolución del Parlamento español de mayo de 2005 “que este atentado”. Así, pues, “como no se dan las condiciones que establecimos, he ordenado suspender todas las iniciativas para iniciar ese diálogo”. Lo dejó clarísimo: no más contactos preparatorios: ETA ha disuelto en humo las esperanzas de paz que se habían fraguando a lo largo de los nueve meses que ha durado el alto el fuego.

Con gesto extremadamente serio, el presidente inició su intervención asegurando que “me dirijo a los ciudadanos para expresar mi condena más enérgica por el gravísimo atentado terrorista” y manifestar su pesar “a cuantos han sufrido directamente las consecuencias de la violencia terrorista. Deseo que sepan que el Gobierno está con ellos y les muestra su dolor y solidaridad, especialmente a la familia y amigos de las dos personas que están desaparecidas”.

Acto seguido, agradeció el “comportamiento ejemplar” que han mantenido las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, los bomberos, el personal sanitario y cuantas otras personas “que ha contribuido a limitar las consecuencias del atentado”.

Zapatero ha sido contundente, el Ejecutivo ha abandonado la ‘ambigüedad calculada’ que mantenía en esta cuestión: las frases “hoy ETA ha tomado un camino que no conduce a nada, sólo provocar terror” y “el de hoy es el paso más inútil que han podido dar los terroristas” han conducido inexorablemente a esta respuesta gubernamental tanto a ETA como a Batasuna: “El atentado de hoy es incompatible con el alto el fuego permanente que ETA declaró hace 9 meses” y “como no se dan las condiciones que establecimos he ordenado suspender todas las iniciativas para iniciar ese diálogo”. Es la respuesta presidencia a Arnaldo Otegi, que una hora antes comparecía para afirmar que el proceso de paz no se ha roto pese a la brutalidad de ETA.

En una breve ronda de preguntas, Zapatero ha admitido que “es evidente que hoy estamos peor, mucho peor que ayer”, es decir, cuando compareció ante la prensa para hacer balance del Gobierno y expresó su confianza en que “estamos mejor que hace un año” respecto a ETA. Y como estamos peor, la determinación del Gobierno “es que en el futuro estemos mejor y terminemos con esta lacra”. Pero, ¿cómo?

Así: “Los ciudadanos no están dispuestos a seguir tolerando la violencia. Nadie podrá nunca conseguir nada con la violencia”, lo cual quiere decir que “con violencia no hay diálogo, ningún tipo de diálogo” y que el Gobierno ha decidido intensificar el esfuerzo “para fortalecer la unidad en todos los ámbitos y con todas las fuerzas políticas”. En definitiva, todo parece indicar que se volverá plenamente al Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, tal y como le pedía reiteradamente Mariano Rajoy.

Rodríguez Zapatero fue preguntado en reiteradas ocasiones si el proceso de paz quedaba completamente roto después del brutal atentado de Barajas. Pero el presidente evitó hasta en cuatro ocasiones dar una respuesta directa. Se limitó a señalar que “suspensión del diálogo representa que el Gobierno considera que es evidente que no se cumplen los presupuestos de la resolución parlamentaria: voluntad inequívoca de abandono de la violencia. Hasta que ese presupuesto no se produzca no habrá ninguna aproximación al diálogo”. Y de ahí, aún con ser mucho, no se le pudo sacar.

A similar pregunta, casi idéntica respuesta: “Hasta que, en el futuro, no exista una voluntad inequívoca, no habrá ninguna posibilidad por parte del Gobierno de aproximar con la banda terrorista ETA”. Y mientras tanto, ya que los terroristas “nada han conseguido hoy, más que provocar dolor y manifestar su incapacidad de vivir en paz y en libertad”, la Policía actúa ya a todo gas para identificar a los autores, que “serán perseguidos, apresados y puestos a disposición judicial”.

En ese punto, Zapatero expresó su “completa determinación para defender nuestro sistema de convivencia”. Y, dirigiéndose a los ciudadanos, dijo que la sociedad sabe muy bien “a qué tipo de banda nos enfrentamos. Saben que esa lucha es dura, larga y difícil”, pero que, en definitiva, “se trata de una cuestión de determinación y de convicción de que la sociedad española y la sociedad vasca va a ganar la paz, y el fin de la violencia, de que la democracia va a ganar esta batalla”.