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¿Quién será  el próximo dirigente de IU en marcharse al PSOE?

¿Quién será el próximo dirigente de IU en marcharse al PSOE?

viernes 24 de abril de 2009, 13:54h
Éste es el análisis de la fontanería socialista en Moncloa: “Si IU saca un millón de votos, Zapatero pierde las próximas elecciones”. Un millón de votos es lo que obtuvo Llamazares en marzo de 2008. Un millón de votos es lo que necesita el Partido Socialista para mantenerse en el poder en 2012 -o cuando toque-. Un millón de votos más es el objetivo de la operación puesta en marcha por Moncloa y Ferraz cuyo primer paso es el fichaje “de la noche a la mañana” de Rosa Aguilar para la Junta de Andalucía. Un fichaje apresurado que pretende acelerar los plazos para la descomposición del PCE y de Izquierda Unida en una operación milimétricamente preparada desde Madrid y Andalucía.
            El paso de la ex alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, a la Consejería de Obras Públicas y Transportes en la Junta de Andalucía ha originado una auténtica tormenta política en la coalición que dirige Cayo Lara: desde IU se denuncia la existencia de una ‘pinza’ contra la actual dirección colegiada de la coalición, una pinza que culminaría en la antesala de las próximas elecciones generales -se convoquen cuando se convoquen- con tres patas básicas.

            Por un lado, la labor del histórico Santiago Carrillo y su labor de zapa entre los viejos comunistas. Dicen que Carrillo está preparando un libro en el que no sólo desarrolla su idea de una “articulación de la izquierda electoral” (eufemismo para llamar al trasvase del voto de IU al PSOE-, sino que elogia la labor de históricos comunistas preparando su pase a la órbita del PSOE. Algunas figuras históricas como Víctor Díaz Cardiel (ahora portavoz de la Plataforma por un Centro para la Paz y la Memoria) ya habrían brindado su apoyo a Carrillo y su proyecto de “articulación”.

            Por otro lado, la creación desde el seno de la propia Izquierda Unida de una organización interna, la “IU abierta” que propugnaría Gaspar Llamazares y sus seguidores, con inclusión de Iniciativa per Catalunya y grupos de IU declarados como ‘independientes’, como un sector de la IU asturiana y de otras regiones. Creen en IU que se trata de crear una corriente interna y articulada que en su momento pueda dar un salto hacia la banda socialista.

            Y la tercera pata del banco: la labor de zapa del llamado ‘comando Zapatero’ de la cultura, en el que sus cabezas visibles serían Almudena Grandes y su marido, el poeta García Montero, y artistas como Miguel Ríos. Se trataría –creen- de ir preparando un espacio de intelectuales, artistas, etcétera, que ahora estarían en la órbita de IU en una plataforma de apoyo directo al PSOE en las próximas elecciones.

            Dentro de esta operación ‘por la izquierda’, la inclusión en esa plataforma es la que le propusieron a Rosa Aguilar. Pero la respuesta de la ya ex alcaldesa de Córdoba fue expeditiva: para hacer una nueva formación política era preferible meterse directamente en el PSOE, que es justamente lo que ha hecho.




Precipitación en el socialismo andaluz

            Ahora bien, la precipitación del socialismo andaluz en captar ‘ya’ a Rosa Aguilar podría haber contribuido a formar una defensa sólida de la dirección de IU contra los planes ‘trasvasistas’ del PSOE: en conversaciones privadas, el nuevo presidente de la Junta, José Antonio Griñán, ha llegado a decir que si Aguilar no aceptaba el cargo tenía otras cuatro figuras de IU en cartera.

            Además, al alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, se le atribuye -en conversaciones privadas- una expresión muy poco afortunada: “El próximo será Gaspar Llamazares”. Quizá este dato sea falso -el pase de Llamazares-, pero la locuacidad de Monteseirín ha revelado la existencia de una operación global de trasvase de militantes para el trasvase de votos de una formación a otra, lo que ha encendido las alarmas en la actual cúpula de IU, que se pregunta: ¿Será Llamazares el próximo en pasarse?


Una operación de Moratinos-Griñán-Zapatero

            Cuantos más datos se tienen del paso de Rosa Aguilar a la Junta de Andalucía más claro se ve -a juicio de IU- la operación diseñada por los fontaneros socialistas. Pero, también, más se detecta las malas formas utilizadas por Aguilar para comunicar su decisión: al coordinador general de IU, Cayo Lara, se lo dijo a través de un SMS: ni siquiera le llamó por teléfono.

            Ahora bien, con quien sí habló Aguilar, aún alcaldesa de Córdoba, responsable de Institucional de la Permanente de IU y representante de esta formación en la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), fue con el único diputado de IU en el Congreso, Gaspar Llamazares. Según nos cuentan, Gaspar enrojeció: la acción de Aguilar precipitaba de mala manera la operación arriba reseñada para la ‘reconversión’ de IU, y podría provocar, con tanta precipitación, la reacción del otro bloque impidiendo llegar a un buen fin.

            Pero Aguilar no cedió: la operación puesta en marcha desde Madrid y Andalucía por Miguel Ángel Moratinos (ministro de Exteriores, pero también diputado socialista por Córdoba), José Antonio Griñán y el propio Rodríguez Zapatero había dado su fruto. El golpe a IU era colosal: la primera vez que un dirigente comunista se pasa con armas y bagajes al Partido Socialista.



El cuarto gran trasvase al PSOE

            Que las aguas bajan revueltas en la coalición de izquierdas no es una novedad. Pero nadie se esperaba que Rosa Aguilar ‘traicionara’ por un cargo -expresión usada en el PCE- a todos los movimientos regeneracionistas de uno o de otro signo dentro de IU. Pero la operación puesta en marcha por los asesores monclovitas no tiene vuelta atrás: acelerar la partición de IU e ir captando desde ya el voto necesario para Zapatero bajo la tesis de que el Partido Socialista no puede perder las próximas elecciones porque el PP “no debe volver al poder”.

            Ahora bien, entiende el sector más ortodoxo de IU que la precipitación de Rosa Aguilar por ‘pisar moqueta’ -¿acaso con la vista puesta en la Presidencia de la Junta de Andalucía en las próximas elecciones autonómicas?- puede ser un revulsivo contra los movimientos en triplete que ya se han observado en la coalición contra la actual dirección coordinada por Cayo Lara. Sin embargo, todo parece indicar que se ha puesto en marcha la maquinaria para propiciar un nuevo gran trasvase desde IU al PSOE, el cuarto, si no fallan los números.

            En IU se recuerda los tres anteriores grandes trasvases desde el PCE al PSOE: el primero, con la ‘crisis de los euro-renovadores' protagonizada por Pilar Bravo, Azcárate y Roberto Lertxundi, entre otros; el segundo, propiciado por Santiago Carrillo y su gente, que acusaron de ‘liquidacionista’ a la dirección que representaba Gerardo Iglesias y que acabaron en el PSOE, y el tercero, el protagonizado por Diego López Garrido y Cristina Almeida, entre otros. Aparte, claro, de trasvases más o menos personales. Pero todos tuvieron la “decencia política” -expresión usada en IU- de dejar sus cargos y hacer previamente una travesía del desierto. Rosa Aguilar no ha seguido ese curso y se ha pasado con armas y bagajes. “Ya veremos si la gente entiende tanta traición”, aseguran en IU.
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