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La victoria republicana paralizaría muchas leyes

Claves de lo que supondrá una previsible derrota de Obama en las urnas

Claves de lo que supondrá una previsible derrota de Obama en las urnas

martes 02 de noviembre de 2010, 18:19h
Los republicanos parecen dirigirse a una gran victoria en las elecciones legislativas de Estados Unidos del martes, lo que sería un golpe político grave para el presidente estadounidense, Barack Obama, y tendría implicaciones de largo alcance.
Alentados por el descontento de los votantes con Obama y los problemas de la economía, los republicanos son los favoritos para conseguir al menos los 39 escaños demócratas que necesitan para obtener mayoría en la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Podrían acercarse a obtener los 10 escaños demócratas que necesitan para controlar el Senado.

Aquí hay algunas preguntas y respuestas sobre las elecciones y el impacto de una victoria republicana.

¿Cuál es el resultado más probable?

A menos de una semana de las elecciones, expertos en política consideran que los republicanos ganarán la mayoría en la Cámara y lograrán grandes avances en el Senado, pero probablemente no alcancen los escaños necesarios para obtener el control de esta institución.

Charlie Cook
del no partidista Cook Political Report ha estimado las pérdidas demócratas entre 48 y 60 escaños en la Cámara. Dijo que más de 50 diputados demócratas de la Cámara han quedado detrás de sus rivales republicanos al menos en una encuesta este año.

"En este momento, la toma republicana de la Cámara parece grabada en piedra", escribió.

El politólogo de la Universidad de Virginia Larry Sabato predice una victoria republicana con 47 escaños de la Cámara y de ocho a nueve escaños del Senado.

En el Senado, Cook predice que los republicanos ganarán de siete a nueve asientos.

¿Por qué están los demócratas en este problema?

Los demócratas se han enfrentado a una tormenta perfecta política este año, formada por las preocupaciones de los votantes sobre la economía, el descontento con el liderazgo demócrata en Washington y una confianza vacilante en Obama.

Los índices de aprobación de Obama han caído y el número de estadounidenses que cree que el país va por mal camino ha subido a más del 60 por ciento en la mayoría de las encuestas.

Las encuestas también muestran que la gran reforma de salud aprobada por los demócratas en el Congreso sigue siendo impopular para la mayoría de los estadounidenses, mientras el descontento público con los demócratas del Congreso es amplio.

La popularidad de Obama entre independientes, un bloque crucial que lo respaldó en 2008, ha caído debajo del 50 por ciento en muchas encuestas. Los republicanos son aún más entusiastas sobre las elecciones y más propensos a votar que los demócratas incluso después de una reciente alza de participación demócrata.

La historia también está trabajando contra Obama y los demócratas. El partido que controla la Casa Blanca tradicionalmente ha perdido escaños en las elecciones de media legislatura en el segundo año de un presidente.

¿Qué carreras clave podrían decidir el control de la cámara y el senado?

En la Cámara, los demócratas elegidos en distritos de tendencia republicana en 2008 con la ayuda de una fuerte participación demócrata atraída por la candidatura de Obama están luchando para mantener sus escaños de cara a la creciente ola republicana.

El destino de titulares demócratas en su primer mandato como Tom Perriello de Virginia, Betsy Markey de Colorado, John Boccieri de Ohio y Alan Grayson de Florida podría ser crucial para el equilibrio del poder.

El Cook Report posee una lista de 91 escaños ocupados por demócratas que son altamente competitivos o que pueden cambiar. Los republicanos tienen sólo nueve escaños en esa categoría.

En el Senado, un puñado de veteranos demócratas se enfrenta inesperadamente a duras carreras para la reelección que podrían decidir la mayoría, incluyendo al líder Harry Reid de Nevada, Patty Murray de Washington y Barbara Boxer de California.

Parece probable que los republicanos retengan la totalidad de sus propios escaños en el Senado. También tienen ventaja en las encuestas de tres estados en manos de los demócratas - Arkansas, Indiana y Dakota del Norte - y una sólida ventaja en Wisconsin.

Eso significa que para obtener la mayoría, los republicanos deben lograr victorias en seis de siete ajustadas elecciones en California, Washington, Nevada, Colorado, Pensilvania, Illinois y Virginia Occidental.

¿Qué significaría el liderazgo republicano en el Congreso?

Una victoria republicana en la Cámara o el Senado podría significar estancamiento y conflicto político.

Las mayorías republicanas frenarían la agenda legislativa de Obama, pero resultaría casi imposible aprobar nuevas iniciativas sin un considerable apoyo demócrata.

Incluso si los republicanos impulsaran proyectos mediante la Cámara, los demócratas del Senado podrían bloquearlos mediante votos mayoritarios o tácticas de procedimientos que requieren de 60 votos para aprobarse.

Eso podría significar que los republicanos se verían forzados a trabajar con demócratas moderados en ambas cámaras si quieren aprobar leyes, sobre todo porque Obama estaría esperando para vetar cualquier proyecto que no sea aprobado por los demócratas.

Las mayorías republicanas pondrían a cargo a su líder de la Cámara, John Boehner, y su líder del Senado, Mitch McConnell, y ellos establecerán las agendas de sus cámaras mientras intentan manejar más grupos conservadores republicanos.

McConnell dijo la semana pasada que su prioridad sería vencer a Obama en 2012. "Lo más importante que queremos lograr es que el presidente Obama sea un presidente de un solo mandato", dijo a una revista McConnell.

Los republicanos también administrarían comisiones y ganarían poder de citación que les haría fácil investigar al Gobierno de Obama y forzar a testigos a declarar.

¿En qué asuntos se centraría un Congreso republicano?

En la campaña, los republicanos han impulsado gastos menores, la extensión de algunos beneficios fiscales que expiran y la derogación de partes de la reforma sanitaria.

Deshacer los elementos claves de la agenda de Obama -los gastos de estímulo económico y el proyecto de salud- sería de prioridad alta para los republicanos.

Los demócratas, sin embargo, probablemente tendrían suficiente respaldo para bloquear las medidas en el Senado, y Obama vetaría el esfuerzo de todos modos.

En política exterior, la escalada de tropas en Afganistán contó con el apoyo de la mayoría de los republicanos, con la principal oposición partiendo de los demócratas. Su planeada retirada de tropas en 2011 podría contar con la oposición republicana.

¿Qué está en juego para el partido republicano?


Ganen o pierdan, los republicanos se enfrentan a una batalla interna sobre el futuro del partido después del éxito de este año de las bases del movimiento conservador "Tea Party".

El movimiento, que favorece un Gobierno limitado, bajos impuestos y menor gasto gubernamental, podría ser bien representado en el nuevo Congreso y empujar al partido y a sus candidatos presidenciales a la derecha.

Boehner y McConnell intentarán manejar un grupo de miembros nuevos cuyas candidaturas vinieron del movimiento del Tea Party y que no se inclinarán a seguir los dictados de los líderes republicanos.

¿Qué significa para la carrera a la Casa Blanca 2012?

Una derrota demócrata sería un serio golpe para Obama, que entró en la Casa Blanca con grandes esperanzas de los votantes en enero de 2009. Ha ayudado a impulsar mediante el Congreso una amplia ley de estímulo económico, rescates a la industria y ambiciosas reformas del sistema de salud y regulaciones financieras.

Pero la pérdida también liberaría a Obama de comprometerse en una batalla directa con los líderes republicanos del Congreso y candidatos presidenciales, dándole alguien más a quien señalar cuando las cosas vayan mal.
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