Médicos sin Fronteras carga contra el egoísmo de los países desarrollados que sólo se preocupan del ébola cuando llegan uno o dos casos a sus territorios

Aunque la intervención de Liu ante la ONU se ha producido una semana después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtiera de que la epidemia podría llegar en los próximos meses hasta los 20.000 casos, MSF lleva desde abril "intentando llamar la atención sobre este brote epidémico". El ébola ya ha dejado 3.000 infectados, incluyendo 1.500 muertos, y ha llegado a Liberia, Sierra Leona, Guinea, Senegal y Nigeria.


El director de MSF España, José Antonio Bastos, ha criticado que la OMS ha actuado con "mucho retraso" y ha señalado que es "responsabilidad de todos los países del mundo contener esta epidemia". Para Bastos, las "medidas convencionales" ya son insuficientes y ha llegado el momento de recurrir a "medidas excepcionales de tipo político y económico".


MSF considera que los estados y organizaciones internacionales no se han percatado todavía de la magnitud y las consecuencias del ébola, por lo que la respuesta no ha sido la adecuada. La atención sobre el terreno ha correspondido casi en su mayoría a las ONG, mientras que la comunidad internacional se ha limitado a proteger sus fronteras.

"Lo único que han hecho los países desarrollados es prepararse para la eventualidad de que uno o dos casos aparezcan en su propio país, eso sí es egoísmo", ha denunciado Bastos, que ha pedido a estas naciones que si "tienen unidades especializadas en lucha biológica y bacteriana tienen que utilizarlas para contener la epidemia".

"Reacción en cadena"

Las consecuencias del ébola no se limitan solo a las muertes ocasionadas por el virus. A estas pérdidas hay que sumar también el colapso del sistema de salud, la escasez de alimentos y suministros básicos o el pánico y la violencia social.

Esta situación "desesperada" es solo el "principio de un problema que va a ser mucho peor si no se toman medidas más drásticas", han señalado desde Médicos Sin Fronteras. Desde la ONG consideran que la expansión de la enfermedad se puede considerar ya "catástrofe humanitaria" que "requiere una intervención muy grande". Para Bastos, la situación en África occidental es "algo muy parecido a Haití pero a cámara lenta"

Respuesta internacional

El presidente de MSF España ha lamentado que hasta ahora la responsabilidad ha recaído sobre las ONG en el terreno y en el caso concreto de la suya ya han llegado "al límite" de su capacidad humana. Por este motivo, han solicitado a las instituciones poderosas "que arrimen el hombro", no solo con declaraciones de buenas intenciones sino con "ayuda visible en el terreno".

"A muy corto plazo, la reacción deseable que esperamos que se produzca es que las instituciones que tienen equipo y personas entrenadas hagan un gesto de solidaridad y generosidad práctico de desplegarlas ya para contener la epidemia", ha dicho Bastos en referencia a la posible reacción de la ONU

"Si esta epidemia no se contiene, el potencial de enfermedad, desorden social y crisis económica severa expandiéndose al resto de África es muy alto y no creo que el resto del mundo pudiera vivir ignorándolo durante mucho tiempo", ha añadido.

Bastos también ha querido recordar al Gobierno español que "sea parte de esa respuesta internacional". "En lo referente a una contribución financiera debe estar a la altura de las circunstancias y demostrar que España si se siente solidaria con esta catástrofe", ha concluido.