Un auténtico insustancial

viernes 05 de febrero de 2010, 09:24h

El 4 de febrero José Luís Rodríguez Zapatero se fue a Washington a rezar. El agnóstico leonés acompañado de los ateos Cebrián y Ramírez (el del corpiño rojo) y del católico oficial, Josep Duran, se fueron a un Washington helado, se alojaron en el Hilton, pusieron la mejor de sus caras y sobre todo buscaron la sonrisa y la palmada del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama que le acaba de dejar a Zapatero compuesto y sin novia. Y yo me pregunto si aquel “Desayuno de Oración”, el 'National Prayer Breakfast' hubiera sido organizado por la Comunidad judía rumana para que el partido demócrata y el republicano de ese país rezaran juntos, estos cuatro personajes hubieran dejado todo y se hubieran presentado en Bucarest, o en Sofía o en Tallin a hacer el piadoso como lo han hecho. Y no me refiero a la comisión de diputados que lleva haciéndolo por segunda vez, porque estos van porque les invitan ytambién es verdad que algunos de ellos se apuntan a un bombardeo, como yo lo haría. De hecho el año pasado, uno de los salmos lo leyó un hechicero sioux.

Pero mi crítica tiene que ver con el paletismo de Zapatero. A Washington si, a Bucarest no. ¡En esta ciudad no hay poderosos. En Washington, si. En Bucarest se reza y en Washington se mira de reojo quien está al lado. De hecho cuando vino el Papa a Valencia no fue. ¿Por qué si se va a Washington a leernos el Detereumonio.

Reconozco que Zapatero, a quien conozco desde 1986, me ha defraudado. Creía era un dirigente sólido, serio y con valores. Creía que era un tipo que tenía un proyecto y una agenda.Creía que era un socialista humanista y de hechos medidos. Y he comprobado con el tiempo que es un insustancial inconsistente, un tipo que no distingue bien entre la figura de Bush y la bandera, norteamericana, un buen señor que babea ahora ante todo lo yanqui, un padre de familia que se va a Nueva York con sus hijas a sacarse una fotografía con Obama y su esposa Michelle y que mendiga su presencia en la reunión del G-21 en tiempos de Bush, para simplemente estar, porque no estar debía ser gravísimo, aunque el paro en España ya estuviera desatado y aquella reunión no sirviera para nada.

Vaciedad, improvisación, débil ante el fuerte, fuerte ante el débil, sonrisa de plástico, política fotográfica, no abordar en serio los problemas, no llamar a partidos y sindicatos en el momento de iniciarse una crisis a la que llamó simplemente leve recesión, un anuncio de brotes verdes en un tronco seco que no se ven por ninguna parte, el inicio de la presidencia semestral europea con un zapateado y un espectáculo por bulerías en el teatro Real donde colocó al presidente de Europa, Herman Van Rompuy en el palquito de al lado de los reyes, una apuesta por el pacto PSE-PP en Euzkadi cuando siempre había dicho lo contrario, un cuestionamiento al estatuto catalán cuando había expresado que lo que se aprobara en el Parlamento catalán iría a misa, un hacerle la pelota a ese impresentable de Berlusconi acudiendo al puti-club de su villa Certosa, un arrobamiento ante Leire Pajín cuando dijo aquella chorrada de que hay una conjunción planetaria con las presidencias de Obama y Zapatero, un sacarse el conejo de la jubilación a los 67 años sin haberlo hablado ni con la patronal ni con los sindicatos, ni con los partido, ni con nadie...

Mejor hubiera organizado él un Amaiketako en Igeretxe con el párroco de San Nicolás anunciando la inmediata transferencia de las políticas activas de empleo para Euzkadi. Mejor hubiera sido una merienda en Sevilla anunciando la desaparición del Per y una apuesta por una Andalucía con apuestas serias y no viviendo de la subvención. Mejor hubiera sido una comida en el Majestic de Barcelona diciendo que, si el Constitucional dice que Cataluña no es una Nación, en el estado español pueden convivir varias naciones y que si hacen eso, cambia él la ley. Mejor hubiera sido una cena en Santiago diciéndoles a los gallegos que no van a tener que emigrar porque la política de su gobierno lo va a impedir. Mejor hubiera sido una apuesta por la economía real, sin fraudes y sin que en las reuniones de La Granja, Barcelona y Madrid se hayan gastado casi un millón de euros para casi nada. Mejor hubiera sido centrarse en conseguir en esta presidencia semestral dos avances serios y no mil reuniones de cachondeo. Mejor sería...

Pero no. Él se va al Desayuno de Oración porque allí esta Obama a quien hay que hacer la pelota como todo un Paco Martínez Soria.

Pintaba un cuadro Ignacio Zuloaga en una carretera cerca de Eibar. Pasó por allí un baserritarra con su carreta de bueyes. Zuloaga le preguntó que le parecía lo que estaba pintando. El aldeano miró al cuadro, le miró al pintor, se rascó la cabeza y le dijo: “Mejor harías trabajar". Pues eso. Zapatero mejor harías trabajar y dejarse de Desayunos haciendo la pelota a los poderosos, para nada.

Lo malo no es esto. Lo malo es que la alternativa a este impresentable de Zapatero es un Rajoy que es capaz de empeorar las cosas mucho más y buscar una foto no con Obama sino con Bush. ¿Por que serán tan paletos en la Villa y Corte?

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