La reforma del Estatuto canario naufraga en el Congreso

    Después del frustrado intento de avanzar en la reforma, los portavoces de los tres grupos Ramón Jáuregui, del PSOE, Soraya Sáenz de Santamaría, del PP, y Ana
Oramas, de CC, ofrecieron sus respectivas versiones sobre las discrepancias  que han mantenido mientras se acusaban mutuamente del desacuerdo. En lo único que coincidieron fue en hablar de “bloqueo",  que si no se supera en apenas unos días, obligaría a Canarias a  presentar de nuevo su propuesta de reforma en la próxima legislatura.

    El portavoz socialista acusó al  PP y a CC de mantener enmiendas que
restringen algunos de los aspectos que socialistas y nacionalistas habían acordado en las islas, mientras se niegan a adecuar a la Constitución otros que debían ser limitados.  Los socialistas, según Jáuregui, estaban dispuestos a negociar aspectos troncales del Estatuto, a cambio de que los demás aclararan su disposición a introducir un sistema electoral para superar la situación “injusta” que viven las islas en este aspecto. “Este ha sido el punto de bloqueo”, aseguró.
  
    Por su parte, la portavoz de CC ofreció una versión opuesta al asegurar que su formación estaba dispuesta a hablar de la reforma electoral una vez acordados los aspectos esenciales del Estatuto que, según un acuerdo previo, debían ser abordados en primer lugar.
  
    En opinión de Jáuregui, la raíz de las discrepancias está en la “fractura política partidaria” que se vive en esa comunidad después de que CC pactara el gobierno autonómico con el PP, partido que inicialmente se había opuesto a una propuesta de reforma estatutaria pactado con el PSOE.
  
    También la portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, culpó del bloqueo al PSOE por negarse a aplicar para Canarias lo acordado en otros estatutos, como el de Andalucía o el de Baleares.
  
    El PP, según la dirigente popular, había propuesto fórmulas similares a
las de esos dos estatutos, pero los socialistas se niegan a aplicar los mismos parámetros y “laminan” con ello la condición de esta comunidad como ultraperiférica.
  
    Tanto Oramas como Sáenz de Santamaría no dudaron en culpar de la situación al PSOE canario a cuyo dirigente, Juan Fernando López Aguilar, acusan veladamente de “dinamitarlo”, -pese a que el Gobierno central quería impulsar la reforma- , al haber visto frustrados sus deseos de gobernar en las islas.

    Ante el panorama, el Estatuto  regresará de nuevo al Parlamento insular para iniciar de nuevo todo el proceso desde ‘cero’. En esa nueva negociación CC confía en que el Estatuto no se vea “contaminado” por la situación de cada partido y que los socialistas sean “coherentes” con lo aplicado para otras comunidades autonómicas.