¿Qué es la tasa turística y en qué ciudades de España y Europa se utiliza?

El turismo masivo es un enorme problema para muchas ciudades y, para hacerle frente, cada vez más lugares cobran algún tipo de tasa a los turistas, ya sea a la hora de hacer la visita o pernoctar en sus hoteles.

Un ejemplo es Venecia, que se ha convertido hace poco en la primera ciudad del mundo que ya cobra 5 euros a los turistas que visiten la ciudad y no pernocten en uno de sus hoteles. Con esta medida, se une a las tasas turísticas que ya tiene Italia y otros 19 países europeos, cada uno en función del alojamiento y el número de noches que se pasen.

Tasa turística, ¿en qué consiste?

Una tasa turística es un impuesto que los turistas han de abonar en el transcurso de su estancia en la ciudad elegida como destino. Puede tener diferentes nombres, pero suele abonarse sobre el precio por noche de hotel, hostal, albergue, camping, apartamento u otro tipo de alojamiento turístico.

Se trata de un gravamen que se ha ido haciendo más popular en los últimos años y un recurso que usan muchos ayuntamientos para obtener ingresos adicionales y reinvertirlos en el sector, intentar frenar el turismo masivo e ir hacia un modelo de turismo más sostenible.

5 euros por visitar Venecia

Aunque la mayoría de tasas turísticas van ligadas a la estancia, Venecia ha empezado a aplicar una medida pionera: una tasa turística por ir a visitar la ciudad, aunque no se pase ninguna noche. Buscan proteger el patrimonio histórico-cultural de una ciudad que recibe 30 millones de personas al año. De hecho, en un día normal pueden pasar entre 10 y 15.000 de personas al día, pero la cifra puede aumentarse hasta 40.000 en días festivos e incluso hasta las 100.000 en fechas clave.

Venecia ya cobraba tasa turística por pernoctar. Pero es que ahora cobrará por visitarla un solo día, sin pernoctar. Además de que habrá que reservar esa visita con antelación para evitar la masificación de los últimos años.https://t.co/UMl3RCuR9r

— Nacho (@DesdeIntramuros) August 11, 2022

Por eso, se calcula que dos tercios de las personas que van a Venecia la conocen ese día, pero no pernoctan en sus hoteles. Por ello, el ayuntamiento ha querido gravar a esos turistas y quienes visiten la ciudad y no pasen la noche allí tendrán que abonar 5 euros para poder visitarla. Sin embargo, esto se hará en fechas determinadas y, de momento, se va a aplicar solo durante 29 días al año, desde el 25 de abril hasta el mes de julio, como indica la web de su ayuntamiento.

En concreto, desde el 25 de abril hasta el 5 de mayo, en los fines de semana de junio y julio, a excepción del fin de semana de la Festa della Repubblica, que es el 1 y 2 de junio, así como los dos primeros fines de semana de julio. Este pase solo se va a aplicar durante las horas pico, de 8:30 a. m. a 16:00. No se va a cobrar el pago en los accesos a las islas más pequeñas, incluido el Lido de Venecia (Alberoni y Malamocco), Pellestrina, Murano, Burano, Torcello, Sant'Erasmo, Mazzorbo, Mazzorbetto, Vignole, S.Andrea, la Certosa, San Servolo, S. Clemente, Poveglia.

El ayuntamiento señala que la medida, que se aprobó en septiembre de 2023, no busca recaudar, sino disuadir, y que su objetivo es "gestionar la afluencia de visitantes de manera más efectiva y preservar el patrimonio único de la ciudad". Pero, ¿qué pasa si no se paga este pase? Existen controles y quien no disponga del pase deberá abonar una multa de entre 50 y 300 euros. Se puede reservar desde la web del ayuntamiento y hay algunos colectivos exentos de pago, como los nacidos en Venecia y los trabajadores y estudiantes que entren ocasionalmente al casco histórico de la ciudad. Estos últimos tienen que solicitar dicha exención.

Ámsterdam, París, Lisboa... una medida popular en Europa

Dentro del territorio europeo existen hasta 137 ciudades de 20 países diferentes que cobran algún tipo de tasa turística que, la mayoría de los casos, está ligada a la estancia hotelera. La más cara de todas la tiene Ámsterdam, que supera de media los 20 euros por persona y noche. En Francia se utiliza en más de 50 ciudades, lo que le convierte en el país con más destinos que tienen este impuesto adicional. En su caso, las tarifas se mueven entre los 20 céntimos y los 4 euros.

En Italia, por su parte, hay otras 35 ciudades que lo usan, entre ellas Roma, con el fin de recaudar fondos para mantener la sostenibilidad del turismo en la región y la calidad de vida de sus residentes.

En Alemania, es fácil encontrar un "impuesto cultural" o "impuesto por cama" en Berlín y Hamburgo, y suele estar en el 5% de la factura del alojamiento. También se usa algún tipo de tasa turística en Viena (Austria); Bruselas, Amberes y Brujas (Bélgica); Praga (República Checa); Budapest (Hungría); Bulgaria y Grecia, donde va en relación con el número de estrellas del hotel. En la mayoría de casos, las tasas están ligadas a pasar la noche y pueden aumentar en temporada alta.

Por tanto, se trata de una medida extendida que, aun así, no ha conseguido parar la llegada de turistas. Un ejemplo es Lisboa, donde las pernoctaciones han subido un 5% en el primer trimestre de 2024 y donde su gobierno, lejos de quitar estas tasas, las ha subido de 2 a 4 euros por persona y noche. Dentro de Portugal, también se utiliza en Oporto y Faro.

¿Y en España?

Aunque esta medida es algo común en los destinos europeos, en España se utiliza muy poco, de momento, solamente en dos comunidades: Cataluña e Islas Baleares.

Cataluña fue la primera comunidad donde comenzó a cobrarse, en concreto en 2012, y la tasa puede alcanzar los 6,75 euros por noche, aunque depende del tipo de alojamiento y de la época del año. Los precios se pueden consultar en la web de la Generalitat.

En Islas Baleares utilizan el Impuesto de Turismo Sostenible desde 2016, un gravamen que incluye a hoteles, hospederías, albergues, apartamentos turísticos e incluso cruceros que hagan escala en uno de sus puertos, entre otros. La tarifa se sitúa entre 1 y 4 euros por persona y noche, dependiendo de la temporada. Su Gobierno, de hecho, ha asegurado que destinará 350 millones de euros recaudados a proyectos de sostenibilidad, formación y mejora de las infraestructuras turísticas.

La Comunidad Valenciana estuvo cerca de cobrar este impuesto, pero la Generalitat eliminó la medida antes de que entrase en vigor este año. En Andalucía, el Ayuntamiento de Sevilla ha planteado cobrar a los turistas por entrar en la Plaza de España para "financiar su conservación". En otras comunidades, como el País Vasco, el debate también está servido.

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