El triunfo de Cristina llega con la promesa de un Pacto Social

El triunfo de Cristina Fernández de Kirchner en las elecciones presidenciales realizadas en octubre del año pasado trajo un aval a la gestión realizada por el ex mandatario Néstor Kirchner, confiando en que la profundización del cambio que se prometió en la campaña electoral de Cristina pueda hacerse realidad.

Entre los objetivos que se plantean para este año se encuentran el de realizar un  Pacto Social –que involucre a trabajadores, empresarios y Estado-; incrementar la relaciones con el extranjero y controlar la “crisis” energética y la inflación que tanto preocupa a los argentinos.

Pacto Social

En cuanto a este ambicioso proyecto, el plan es que este integre a trabajadores, empresarios y Estado como base fundamental en el proyecto económico. Recién se está en el “borrador” del mismo, faltando pulir numerosos detalles para la concreción de este objetivo clave del gobierno, pero con un reclamo de la ciudadanía para lograr este pacto.

Lo que quedó claro es que no se lo debe ver como simplemente un acuerdo salarial y de precios, ya que la meta es que posibilite una mejor capacitación para los trabajadores, se consigan nuevos puestos de trabajo y buscará –un pedido específico de los trabajadores- nuevas inversiones, considerando el gobierno que para esto pueda producirse es necesario presentar un proyecto de país a largo plazo.

Otro aspecto importante a considerar es que los acuerdos responderán a las necesidades de cada sector.

Ocho son los puntos a tratar en el Pacto Social, ellos son: Inversión; Precios; Salarios; Calidad Laboral; Cadena de Valor, Exportaciones; Infraestructura y Recursos Humanos que serán puestos en la mesa, en una negociación que se vislumbra muy complicada, y donde para llegar a un final feliz cada parte deberá ceder algo de sus aspiraciones y tendrán que comprometerse a cumplir con lo acordado.

A simple vista, y conociendo la forma de manejarse tanto de los empresarios como de los sindicatos, va a costar mucho.

Relaciones internacionales

En este aspecto la intención de la presidenta es la de incrementar la relación de Argentina con el exterior, algo que, por distintos motivos, el ex presidente no lo tenía entre sus prioridades.

Ahora bien, el inicio de la gestión de Cristina Fernández no fue lo que hubiese soñado, ya que el conocido caso de la valija que quiso ingresar con 800.000 dólares Antonini Wilson al país, provocó un fuerte conflicto con los Estados Unidos, ya que por una investigación iniciada al gobierno de Chávez por presunto lavado de dinero, sacó como una primera conclusión del fiscal a cargo del caso, que esa plata iba destinada a financiar la campaña de Cristina, algo que obviamente, fue rechazado de plano por el gobierno argentino, y en vez de llamarse a silencio y esperar que avanzara el caso, contraatacó –de la mano de la presidenta- diciendo que había sido una operación “basura” del gobierno norteamericano para perjudicar la relación de Chávez con el gobierno argentino y el MERCOSUR.

La reacción argentina fue avalada por los gobiernos de Bolivia y de Uruguay.

Esto provocó un fuerte cortocircuito con Estados Unidos, que como primer medida postergó la visita del funcionario Thomas Shannon, quien pensaba pasar por Buenos Aires en enero.

A esto hay que agregarle el fallido intento humanitario en Colombia, donde el ex presidente Kirchner fue el garante más importante de la misión organizada por Hugo Chávez, en una muestra clara de que la relación con Venezuela está más fuerte que nunca.

Este enfrentamiento con Estados Unidos provocó que la idea de conseguir un rápido acuerdo con el Club de París haya quedado relegada, ya que el país del norte es un actor clave para poder lograr un convenio beneficioso para el país.

El retraso con el Club de París también postergará la llegada de nuevas inversiones, ya que una de las exigencias que llega del exterior es que antes de poner la plata en Argentina deberá solucionar esta deuda.

Un MERCOSUR con dudas

El sueño de ver un MERCOSUR unido suena muy lindo pero complicado.

La disputa con Uruguay por las papeleras es uno de los conflictos que deberán resolverse con mucho tacto, algo que hasta el momento faltó en ambos gobiernos. Lo que parecía impensado hace un tiempo de ver dos pueblos hermanos peleados, las actitudes de las gestiones de Tabaré Vázquez y de Néstor Kirchner parecen haberlo logrado. Aún se esta a tiempo de resolver la situación, aunque para que todo vuelva a estar en sintonía van a pasar muchos años.

El discurso de presentación de Cristina fue ambivalente. Primero elogió la presencia de Tabaré Vázquez en su asunción, para luego acusarlo de haber violado los pactos del Río Uruguay, trajo como consecuencia muchas críticas desde diversos sectores. Lo concreto es que pese al reclamo de los asambleístas, Botnia ya está funcionando, y es poco probable que la Corte Internacional de La Haya se pronuncie a favor de Argentina, por lo que se deberá tratar de controlar con Uruguay que la papelera no dañe el medio ambiente.

Por otra parte el ingreso de Venezuela al bloque se demora más de lo que pretende Hugo Chávez, que ve como sus últimas apariciones su imagen se va desprestigiando.

Además el reclamo de Uruguay y Paraguay sobre una mayor participación en el bloque sigue estando presente, algo que deberá prestarle mayor atención los gobiernos de Argentina y Brasil.

La cumbre entre Latinoamérica y la Unión Europea que se realizará en Perú será una buena oportunidad para consolidar un Bloque que aún está lejos de cumplir con los objetivos para los que fuera creado. 

Inflación y crisis energética

Estos dos puntos tienen una fuerte relación con los anteriormente comentados, ya que para solucionar la crisis energética que desvela al gobierno –pero más desvela a los que sufrieron cortes de luz en estos últimos días- va a ser fundamental la llegada de nuevas inversiones, algo que está muy vinculado al acuerdo con el Club de París.

Como medidas provisorias se puso un marcha un plan energético que incluyó el cambio de horario y el canje de lámparas de bajo consumo por el de las comunes, algo que no termina de convencer, pero se implementará de paso con un manual que aconsejará acciones para no desperdiciar energía.

La inflación es un tema que, a pesar de lo que dicen los índices oficiales, se hace notar en el día a día. A la gente no le importa si el INDEC marca una cifra si cuando a la hora de hacer las compras o de pagar los impuestos, estos no condicen con los números oficiales, y, por lo contrario, se muestra molesta por que se la siga engañando.

El último aumento a al transporte público provocó un gran malestar en los usuarios, que ven como las cosas siguen subiendo de precio pero el servicio que se le brinda cada vez es más lamentable.