En una comparecencia ante los medios de comunicación,
María Victoria leyó un comunicado en el que dijo "r
epudiar desde lo más hondo de mi corazón a esos cobardes miserables que no tienen dignidad ni principios, que destruyen sin escrúpulos la vida y las ilusiones de las personas y que no saben respetar un estado de derecho".
Aseguró que lo que quieren es "
acabar con la democracia y ensucian con sus viles actos la dignidad de su pueblo", pero les advirtió de que "no quedará así, que luchamos y lucharemos porque esta lacra de asesinos miserables acabe". "
Con la ayuda de todos, lo vamos a conseguir", apostilló.
La viuda indicó que la Cruz de oro al mérito de la Guardia Civil, que le hizo entrega el presidente del Gobierno
José Luis Rodríguez Zapatero y que "
ya no puede llevarla mi marido", la lleva en su nombre "
con todo mi orgullo". "
Viva España, viva la Guardia Civil", aseveró.
Apoyo vasco
María Victoria agradeció el apoyo recibido del pueblo vasco "
que me transmitió toda su fuerza, toda su dignidad y toda su grandeza", y dio las gracias "
con mayúsculas" a la Dirección General de la Guardia Civil "
por lo bien que se han portado con nosotros en todo momento, desde antes de salir de casa y hasta nuestro regreso".
También expresó su agradecimiento a los
Príncipes de Asturias, al presidente del Gobierno, a la vicepresidenta
María Teresa Fernández de la Vega, y a otros cargos del Gobierno y demás autoridades, "
muy en especial al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, al general Portillo, a Teo, a Jesús Rico y su compañero, al capitán Antonio, al psicólogo Antonio Romance, a Toñi y por supuesto a sus padres, hermanos, toda mi familia y mis amigos por el calor humano".
Gracias a todos estos, según dijo entre lágrimas, "
se hizo más fácil y llevadera una situación que no tiene explicación, que se sale de los límites de la lógica y el entendimiento humano". También dio las gracias al apoyo recibido de las víctimas del terrorismo "ahora por desgracia compañeros míos", a los amigos de su marido "
Manolo" que llegaron desde Valencia y Asturias y "
a los que no pudieron venir, pero han estado".
Respetar su intimidad
Por último, agradeció la asistencia al acto a los medios de comunicación, a quienes pidió por el bien de su hijo y de su familia que respeten su intimidad a partir de ahora, por lo que no quiso responder a preguntas de los periodistas.
Juan Manuel Piñuel Villalón, de 41 años, ingresó en el instituto armado el 2 de noviembre de 1997 y, tras su paso por Llombai (Valencia), pidió el traslado al País Vasco, donde llevaba en torno a dos meses, para así, pasados tres años, tener carácter preferente y pedir como destino Málaga.
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