Sólo en una ocasión Mariano Rajoy ha reivindicado con tanta contundencia su liderazgo y ha exigido tanta unidad y cohesión como lo ha hecho este domingo en la clausura del I Foro Abierto del PP: “Yo os necesito, a todos, y lo digo; os necesita vuestro partido, a todos, y lo digo; os necesita vuestro país, a todos, y lo digo. Acompañadme en este urgente rescate de valores para definir juntos un nuevo rumbo para España”.
Sus asesores habían avisado que el discurso de clausura de Rajoy iba a ser importante, y, efectivamente, lo ha sido, aunque, como era de suponer, en clave interna. Rajoy ha hecho un llamamiento a la unidad “de todos” los militantes del partido, porque “eso es lo que quieren de nosotros, recuperar esos valores abandonados por este Gobierno y hacerlo con un partido unido y cohesionado. Yo me comprometo a garantizarlo presidiendo este partido, pase lo que pase”. Más claro imposible: es un aviso a ‘gallardones' y ‘aguirres’, a ‘aznares’ y a otros para que dejen las peleas internas, no piensen más en la sucesión, al menos por el momento, y se pongan a trabajar dentro de una alternativa de centro-reformista.
“Sé lo que hay que hacer”, les ha dicho Rajoy a todos los suyos, a los que ha recalcado que “no podemos permitirnos el lujo de distraernos de lo realmente importante”, pero eso exige “responsabilidad y grandeza”.
“Hemos cumplido el mandato del Congreso de Valencia”
Ya avisó Rajoy en el inicio de su intervención que “hoy voy a hacer un discurso distinto, un discurso para una época de crisis”. Ya levantó la expectativa desde el inicio señalando que “llevo tiempo esperando este momento, pero cada cosa tenía su tiempo”. Antes de llegar a ese punto, Rajoy limó asperezas con un genérico “sois los mejores y quiero que todo el mundo sepa que ya estamos preparados”, que “estamos saliendo a ganar”. Pero después dio la pista de por donde iría al final: “Hemos cumplido el mandato del Congreso de Valencia”. Para que no quepa duda.
Era un discurso esperado, sobre todo con la que está cayendo en Madrid, donde la supuesta trama corrupta de espionaje a políticos ha vuelto a abrir las luchas intestinas entre Ruiz-Gallardón y Aguirre y entre ésta y la dirección nacional del partido. De ahí que Rajoy haya desarrollado este domingo un discurso con unas pocas ideas pero muy claras: el PP es centro-reformista (que no crea Mayor Oreja que todo es democraciacristana), todo el mundo está por y para el partido, y que él mismo no va a dejar la Presidencia, “pase lo que pase”.
Rajoy convoca a un nuevo patriotismo
Dejadas claras las cosas, el mandato a todos los militantes: salir a la calle, sacar las propuestas del PP “directos a la cabeza y al corazón de los españoles”, dentro de una llamada genérica a un ‘nuevo patriotismo’ basado en “entender al que sufre la crisis”. Explicó Rajoy su propuesta con una especie de parábola, basada en su visita esta semana a un comedor social: esas cocinas “ya no sólo alimentan a persona que la vida ha arrojado a las cunetas de la sociedad”, sino que la asistencia “ha aumentado en pocos meses en más de un 40 por ciento”. Es decir, que “el proceso de empobrecimiento de España ya ha empezado”.
Para mostrarlo gráficamente –lo que algunos llaman procedimiento ‘telegénico’- Rajoy llevó al plenario a tres personas que colaboran con ese comedor social del sur de Madrid: Cándido, físico jubilado; Ana, trabajadora social, y Antonio, un abuelo que fue empleado de Banca, “y que ahora dedican su vida a ayudar a los que sufren”. Una imagen, una jugada gráfica para explicar que “tenemos lo más importante: los españoles”. Los ‘telegénicos’ lo saben: vale más la imagen que la palabra.
Rajoy jugó con las palabras, con unas ideas que duelen en el PSOE, a saber: hay que recuperar los valores “porque llevan cuatro años sufriendo malos tratos”; “la palabra dada tiene un valor”; “no es lo mismo el pleno empleo que ganar el record de parados en un año”, “no se puede predicar la Alianza de Civilizaciones y al mismo tiempo duplicar la venta de armas al tercer mundo”… “nos urge rescatar del abandono todos esos valores que el señor Rodríguez Zapatero menosprecia y maltrata”.
Reproche a la “soberbia” de Zapatero
En esta parte de su discurso Rajoy bajó al terreno de los básico: a hablar de cómo sufre la crisis el empleado de banca, el del sector del automóvil, la mujer, el agricultor, los “justos que pagan por los pecados de otros”… “La crisis no son sólo dígitos rojos sino sueños rotos”, dijo Rajoy, que acusó al Gobierno de falsear la realidad, de tomar medidas desacertadas y de bloquear toda posibilidad de recuperación: “Yo le reprocho al Gobierno la mentira, el engaño y la farsa sostenida en un tiempo precioso que ya nadie nos devolverá… sus errores y sus chapuzas… yo reprocho al Gobierno y a su presidente su soberbia”.
Según Rajoy, España ha perdido crédito y no inspira confianza a las organizaciones internacionales por culpa de Zapatero, que ha construido sobre “la desmesura, la especulación, la imprudencia, la ventaja económica fácil, el engaño y la audacia sin principios”. Un presidente que ha descuidado la “prudencia, la austeridad, la sencillez y los valores aprendidos de nuestros mayores”.
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