La selección española de baloncesto, que este domingo hizo historia al conseguir el título de campeona de Europa, única medalla que se le resistía en un europeo, aterrizó en la mañana de este lunes en el aeropuerto de Barajas de Madrid y fue recibida por un centenar de personas.
El combinado nacional, campeón del mundo y subcampeona olímpica, llegó a la capital con rostros cansados, pero todos muy contentos y satisfechos como denominación común de sus declaraciones, tras la larga noche de celebración y del vuelo que les traía desde Katowice (Polonia) con la copa de campeones de Europa, que portaba el valenciano
Víctor Claver.
Los primeros en salir fueron el presidente de la FEB, José Luis Sáez, y el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, pero la locura se desató entre los aficionados cuando Pau Gasol, que llevaba entre sus manos el trofeo que le designa como miembro del 'Cinco titular del torneo' y el balón de la final, hizo su salida, encabezando al grupo de internacionales.
A la delegación española le esperaba un autobús a la salida de la T2 de Barajas para poner rumbo a un hotel madrileño, donde descansaron un par de horas escasas y se arreglaron para la visita que realizaron a partir de las 13.00 horas al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero en La Moncloa.
Éste les llenó de piropos, entre los cuales destacó la referencia al "orgullo, como el resto de los españoles" por el triunfo conseguido a base de "buen juego, coraje y entrega", pese a que también les dijo que le habían "echado emoción" con sus derrotas en la fase previa del Europeo. Luego, posaron con el presidente, que lució el trofeo, y marcharon a comer antes de seguir con un acto público previsto para las siete de la tarde en la plaza de Cibeles.
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