El PP cree que el Ejecutivo socialista no para de sumar equivocaciones y lo peor de todo, según Rajoy, es que a partir de ahora lo hará con el respaldo de todo el partido. «El señor Zapatero se empecina en el error, y eso es lo más grave de lo que ocurre con la política económica en España», señaló. «Y hoy», continuó, «obliga a todos sus compañeros en el comité federal a que se sumen al error».
«No seré la coartada de una política disparatada, de un Gobierno que no sabe a dónde va», aseguró. El líder de la oposición definió las medidas adoptadas por el Ejecutivo socialista para combatir la crisis de «disparate y suicidas», especialmente el incremento de impuestos, al que se opuso con vehemencia. «Que alguien me explique si yo tengo que apoyar un déficit público del 10%, un endeudamiento brutal o la subida de impuestos. Esto el PP no lo apoya porque es suicida», apostilló.
Y fue más allá. «15.000 millones de euros (el dinero que prevé ingresar el Gobierno con la subida de impuestos), que no pagarán los ricos, como dice él (Zapatero), que pagarán las clases medias y trabajadoras españolas», dijo Rajoy ante 2.000 militantes y lo más granado de su partido como Dolores de Cospedal y Ana Mato, así como destacados líderes autonómicos como Francisco Camps, Alberto Núñez Feijóo, Javier Arenas, Antonio Basagoiti y Alberto Ruiz Gallardón.
El PP y sus líderes nacionales han incrementado sus visitas a Cataluña en los últimos meses porque consideran que una victoria en las elecciones generales sólo es posible con unos buenos resultados en esta comunidad. Es por ello que, ayer, Rajoy y Camacho se comprometieron a cerrar «la era de los excesos, el radicalismo y el agravio en Cataluña», que ha caracterizado a los populares en los últimos años. El PP, dijo, buscará que la «moderación sea protagonista del cambio político» en esta comunidad.
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