El TC más el Tripartito generaron la marea nacionalista

De los resultados de anoche será arriesgado extraer que el notable granero de votos obtenido por CiU es exclusivamente por la mala gestión del Tripartito, cosa que es cierta, pero hay más. El cabreo de una parte notable de la sociedad catalana larvado desde hace un par o tres años con el fiasco de las cercanías de Renfe, averiadas in aeternum, la cicatería de no traspasar la gestión del aeropuerto de Barcelona para convertirlo en un verdadero hub internacional, la sangría que supone el agravio comparativo de los peajes de las autopistas comparado con las autovías gratis total en la mayoría del territorio español, el déficit fiscal en cuanto a lo que aporta Cataluña a la tesorería general de España en comparación con el retorno... Todo esto ha larvado la respuesta electoral como una continuación de la magna manifestacíón del 10 de julio. Y ahí hay una  bolsa  de  votos, lastrada por la aventura de Esquerra con el tripartito, que hay que computar en el mismo saco nacionalista. Puede parecer extraño pero esta es la realidad del 28-N. Hay la comparación CiU-tripartito, que arroja un resultado de 62 a 48 pero hay también la de voto nacionalista versus voto españolista, con un balance de 76 (CiU+ERC+Solidaritat) frente a 49 (PSC+PP+Ciutadans) y aún dejo fuera los 10 diputados de Iniciativa per Catalunya-Verds, que se podrían alinear con los nacionalistas.

Artur Mas queda con las manos relativamente libres para no haber de pagar peajes. En cuestiones fundamenrales de modelo de país deberá buscar el concurso de socialistas y Esquerra, en el modelo socioeconomico no debe encontrar dificultades en el PP y para las cuestiones identitarias están ERC más Solidaritat.

Los socialistas no sólo han perdido, se han fundido y hace bien Montilla en asumir la responsabilidad aunque quizás no deba aguantar hasta el próximo congreso. No ha aclarado si su dimisión a plazo fijo al frente del partido incluye su renuncia a liderar el grupo socialista en el Parlament o si visualiza la alternativa para de aquí cuatro años. Yo apuesto por Celestino Corbacho al frente del PSC y un/a candidato/a catalanista al Parlament para quedar bien.

El ascenso del Partido Popular ha sido una sorpresa, porque aquí no se trata de un trasvase de voto útil del centro-derecha catalán. El mejor resultado de la historia en este tipo de elecciones en Cataluña -18 diputados- no es a costa del voto útil sino que complementa el espectro de centro. Toda una advertencia, pues, a los socialistas de cara a las elecciones generales de 2012 teniendo en cuenta que Cataluña no es su mejor escenario.

Dentro de todo, Iniciativa es quien mejor resiste el envite de la experiencia de tripartito, con una merma de únicamente dos escaños. Su alternativa de izquierdas, como si no tuvieran nada que ver con los socialistas, les ha reportado crédito entre un electorado fiel y militante.

Algunos apuntes más: Esta vez no se podrá alegar que la abstención se refleja en un aumento del voto a las derechas. Al contrario, las ganas de cambio han movilizado a un tres por ciento largo de más votantes, que en última instancia han confiado en Mas. No se escapa lasignificación de la entrada de Joan Laporta en el Parlament con cuatro diputados que obligarán a Esquerra a redefinir su estrategia independentista sin plazos.

El Parlament aumenta su oferta de seis a siete formaciones tras la consolidación de Solidaritat Catalana per la Independència. Habrá que ver su día a día después de haber vendido expectativas de una independencia inmediata.

El desencanto galopante hacia la política que se manifiesta en una amplia franja del electorado, más sensibilizado socialmente, se expresó en el voto en blanco, evaluado en 92.331 votos, y en una dispersión hacia ciertas listas homónimas o "exóticas". Entre las capaces de ser citadas a coprotagonizar algunas acciones está Solidaritat Catalana per la Independència, que gozará de cuatro diputados con un objetivo común.

En lectura española, al PSOE le debe preocupar la debacle socialista pero también el ascenso paralelo de lo que queda de Grupo PP con los diputados catalanes en un escenario no propicio, imagínemomos qué harán eso votantes en una refriega Zapatero-Rajoy.

Es significativo el silencio respetuoso con que la militancia congregada en el Majestic ha asistido a la comparecencia de Puigcercós. Silencio frente a los gritos der desaprobación cada vez que en  la pantalla de Tv3 aparecía Montilla o el PP.