Así, el oficio de la Fiscalía de Medio Ambiente que tiene fecha de 28 de enero de 2011, aunque no se trata del primer 'aviso' al consistorio madrileño, puesto que previamente ya se le remitió otro oficio en 2010 con fecha 17 de mayo.
En esta ocasión, señala que coincide casi en el tiempo con la admisión, por primera vez, por parte del Ayuntamiento de que Madrid ha superado los límites legales en 2010.
Más aún, el documento precisa que mientras el Ayuntamiento asegura que en 2010 no se superaron los niveles de contaminación por partículas, "se ha podido comprobar que no es en modo alguno cierto, a tenor de las mediciones complementarias" realizadas por la Fiscalía.
Además, el oficio anterior dirigido en mayo pasado al director general de Calidad, Control y Evaluación Ambiental del Ayuntamiento de Madrid, Manuel Tuero, destaca como "conclusión general" que se han superado en la ciudad de Madrid los valores límite anuales diarios y horarios sistemática y mayoritariamente, por lo que cabe señalar que "el aire en Madrid está notablemente contaminado, algo que se corresponde con la evidencia de la observación diaria".
La investigación realizada por la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo achaca al tráfico rodado la principal culpabilidad en el problema, seguida de los procesos industriales.
Obligación consistorial
En cuanto a la ubicación de las estaciones de medición, subraya que la eliminación de estaciones antiguas o el cambio de ubicación "no se traduce en una mejora de la calidad del aire" ni acaba con el problema y recuerda que la legislación actual establece que serán las administraciones públicas las que "velarán" y adoptarán las medidas necesarias para reducir la contaminación atmosférica.
"Obvio es decir que el Ayuntamiento de Madrid es la administración competente, responsable y garante, ante todas las personas e instituciones, de que la totalidad de consecuencias dañosas que se puedan derivar de la contaminación atmosférica no se materialicen", añade el oficio.
En ese sentido, recuerda al consistorio que de acuerdo a la normativa europea (Directiva 2008/50), la ubicación de los puntos de muestreos destinados a la protección de la salud humana deben situarse dentro de zonas y aglomeraciones donde se registren las concentraciones más altas a las que la población puede verse expuesta".
A este respecto, subraya que las entidades locales pueden adoptar medidas como la restricción total o parcial del tráfico, incluidas las restricciones a vehículos más contaminantes, a ciertas matrículas, a ciertas horas o zonas, entre otras.
En este contexto, la Fiscalía de Medio Ambiente reconoce la existencia de la Estrategia, "no un plan o programa", Local de Calidad del Aire de Madrid (2006-2010) aprobada el 9 de febrero de 2006. Esta estrategia se define como "un proyecto" por lo que a juicio de la fiscalía de Sala "no deja de ser una declaración de intenciones municipal, sin naturaleza normativa ni fuerza vinculante".
En el documento, la Fiscalía manifiesta que "a fecha de hoy", el Ayuntamiento madrileño "nada ha realizado en el ejercicio de sus competencias, de las que no puede abdicar, abandonando así la disposición de garante que el ordenamiento jurídico le atribuye".
Por otro lado, advierte al Consistorio que debido a la correlación entre el aumento de problemas coronarios y respiratorios "no haya constancia de esquema indemnizatorio alguno que pueda servir para afrontar o cubrir esa posible incidencia negativa en la salud de los madrileños".
Asimismo, considera "obvio" señalar que el incumplimiento de las obligaciones en esta materia pueden originarse "lesiones antijurídicas susceptibles de sustenta reclamaciones y posteriores demandas de responsabilidad patrimonial" por particulares o colectivos, al tiempo que añade que "todo ello sin perjuicio, además, de que tales acciones sean ejercitadas por el Ministerio Fiscal".
Así, recuerda que ya en el primer oficio pidió al Ayuntamiento que "se concrete o se aporte información" sobre si el municipio ha comenzado a preparar unos planes o programas para cumplir los objetivos y que estos tengan fuerza normativa; si ha reubicado las estaciones de medición y en caso de que se considere no procedente la recolocación, identifique al funcionario que ordenó la reubicación. "Inexcusablemente se identificarán los técnicos que hayan informado a favor de esas nuevas ubicaciones", reclama.
Ayuntamiento defiende el cambio de las estaciones
En el informe de la Fiscalía se relata que el Ayuntamiento respondió al primer oficio el 31 de mayo de 2010 cuestionado "muchos de los aspectos planteados" y rechazaba que la reubicación de las estaciones de medición suponga en la práctica "un mero maquillaje de cifras, sino que se pretende una medición más exacta de la contaminación".
Posteriormente, la Fiscalía prosiguió tomando datos y constata en esta ocasión como "principal novedad" que la contaminación no depende de la ubicación de las estaciones sino más bien de las fuentes de emisión. "La realidad no puede quedar oculta por la reubicación de estaciones" añade el oficio que considera que se puede probar que la calidad del aire en Madrid sigue estando "más allá del nivel máximo admisible".
Por otro lado, califica de "importante" el hecho de que "justamente" las estaciones eliminadas eran las que presentaban "valores más elevados" por lo que los ciudadanos "siguen sufriendo el mismo nivel, aunque no tenga reflejo en las estadísticas municipales".
"La contaminación continúa y el ciudadano sufre exactamente igual que antes y, al no tener reconocimiento por parte del ayuntamiento no ose arbitran medidas para minimizarla", concluye el texto.
En todo caso, fuentes de la Fiscalía General del Estado, han señalado que de momento se trata de un análisis y que en caso de reiterado incumplimiento "más adelante" se podrían iniciar acciones judiciales. "De momento es un oficio", han insistido.
Finalmente, han precisado que este estudio no es exclusivo para la ciudad de Madrid, ya que la Fiscalía de Medio Ambiente ha concluido otro informe sobre la calidad del aire de Barcelona y también se están elaborando otros estudios de otras ciudades, aunque de momento no hay ningún otro concluido.
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