De Midan at Tahrir a la puerta del Sol

La Midan  at-Tahrir parece que ha intentado abrir una sucursal en la Puerta del Sol. Si es así, ya era hora porque este país estaba de nuevo sin pulso como cuando así lo definiera don Francisco Silvela a finales del siglo XIX. Parecíamos dispuestos a recibir todos los golpes sin reaccionar. Ahora no hemos perdido a Cuba ni a los sueños imperiales que en ella murieron en 1898; ahora estamos contemplando cómo pasa a nuestro lado el AVE de las reformas del mundo árabe desde una crisis que ha producido ya casi cinco  millones de parados y que se come poco a poco el nivel de vida y de bienestar; y que amenaza a las prestaciones sociales que distinguían a la Europa social del mundo anglosajón, más inclinado a que el ser humano se valga por sí mismo. Me refiero al estado de bienestar de una parte de Europa, porque a la otra parece que incluso le va mejor con la crisis. Dos movimientos, Democracia Real Ya y Acampada en Sol se disputan el protagonismo algo que entre los españoles casi siempre termina siendo más importante que los objetivos de los movimientos mismos. De todas maneras, y aunque todo se quede en eso que los franceses llaman baroud d’honneur, es refrescante ver que también somos ciudadanos conscientes y que aunque nuestros problemas sean diferentes de los del mundo árabe, no por ello dejamos de vivir en sociedades que igualmente necesitan reformas políticas y cambios estructurales. Dicho esto, soy un poco escéptico en cuanto a las posibilidades de éxito duradero de estos movimientos árabes espontáneos entre otras cuestiones porque ellos mismos no tienen ninguna capacidad estructurante de políticas reformistas. Se han limitado a recordar que existen, que llevan en sus genes años, décadas, siglos tal vez, de soportar opresión, vidas miserables, dictaduras en algunos casos asesinas, y corrupción que les hace que sigan siendo los condenados de la tierra de que hablaba Frantz Fanon refiriéndose a los pueblos en su época colonizados. No es que los jóvenes árabes no vayan a lograr nada: ya han logrado, y mucho: dos dictadores, Ben Ali y Hosni Mubarak tuvieron que abandonar el poder. En Marruecos, Argelia, Túnez, Egipto, Jordania, se preparan reformas políticas para después del verano que con suerte les acercarán a una homologación con las democracias europeas. Pero las condiciones de vida no cambiarán con tanta rapidez porque los problemas de las economías son estructurales y necesitan años o décadas para ser solucionados. En otros países como Libia, Siria, Yemen, los dictadores siguen empeñados en seguir en sus puestos. Con Muamar el Gaddafi Occidente está en una guerra que ya nos autoriza a preguntarnos si el beneficio que con nuestra intervención esperamos  proporcionarles no será muy inferior al mal que les podemos causar. En Siria las restricciones a los viajes y las sanciones impuestas al núcleo duro del clan Assad no son susceptibles de detener la masacre cotidiana de aquellos que se han rebelado contra una dictadura familiar que en cuarenta y un años en el poder ha logrado un refinamiento sin igual en todo, incluido en reprimir. Mientras tanto y como reacción se ha esbozado una alianza conservadora que con Arabia Saudí al frente incluye a todos los países miembros del Consejo de Cooperación del Golfo a los cuales se van a añadir Marruecos y Jordania. Se trata de un reflejo defensivo, en este caso a contracorriente, motivado también por las revueltas. Existen grandes posibilidades de que a largo plazo y dado que los jóvenes no están políticamente organizados, de que esos movimientos sean recuperados, como ya lo están siendo, por los partidos políticos tradicionales que siempre han gobernado o proporcionado coartada de pluralismo a los dictadores. Dominique Strauss-Kahn va a robar durante un tiempo la primera escena informativa a las revoluciones árabes y, sea condenado finalmente o absuelto, los europeos seguiremos asombrándonos de esa bendita moral anglosajona que puede meter en la cárcel a un hombre por un delito como el que se le imputa al Presidente del Fondo Monetario y ahora ya sin remisión ex probable presidente de la República francesa, y no inmutarse porque en una guerra mueran 100000 o 200000 personas o que siga abierto Guantánamo. La otra pregunta es por qué un hombre de los posibles y de los ímpetus sexuales de Strauss-Kahn no se limitó a coger una bella y elegante señorita de compañía como todo el mundo. En cuanto a los movimientos españoles Democracia Real Ya y Acampada en Sol, les deseo mucha suerte. Sé que en el Parlamento europeo otros movimientos similares han logrado colocar un 5 por ciento de los escaños. Pero he vivido siete años en Cuba siendo ya país comunista; yo mismo pensé durante mucho tiempo que era necesario sacrificar la libertad individual por el bien común. Pero al final no hubo libertad individual y el país ha regresó 50 años atrás.  Todo ello sin haber evitado la corrupción que tanto se le criticaba al capitalismo.  De esa época marxista y revolucionaria algunos movimientos y partidos han heredado un discurso y una práctica de desentendimiento total con el futuro de las empresas en que trabajan. Creo que hay que combatir la autonomía financiera salvaje que nos ha llevado a la crisis en que estamos, pero creo también que con crisis o sin ella la creación de empresas y puestos de trabajo, y el éxito de las empresas debe ser preocupación de todos y en especial de quienes trabajan en ellas. Puede que lo que necesite urgente reforma es el sistema político, el sistema electoral y los movimientos ciudadanos. En España, en Europa, y en el mundo árabe. _____________________________________________________________________ * Domingo del Pino es especialista en el mundo árabe, ex delegado de la Agencia EFE en Marruecos, ex corresponsal de El País para el Norte de Africa, fue miembro de la Euro Med and the Media Task Force de la Comisión Europea y, actualmente, es miembro del consejo editorial de la revista bilingüe Afkar/ideas; colaborador de Política Exterior y Economía Exterior; de la Revista Española de Defensa; y director del Aula de Cooperación Internacional de la Fundación Andaluza de Prensa. Lea también: 'Democracia Real Ya' volverá a la Puerta del Sol esta tarde tras el éxito de #acampadasol en Twitter