La ministra de Sanidad, Carmen Montón, también estudió un máster en la Rey Juan Carlos lleno de irregularidades

Pillada. Eldiario.es, el mismo digital que publicó los escándalos de los másteres de Cifuentes y Casado golpea ahora a la izquierda, la del PSOE. Y es que según los documentos que ha conseguido en una arrolladora exclusiva, Carmen Montón aprobó con altas calificaciones la mitad de las asignaturas de un máster al que ni asistía y en el que no trató con sus profesores. Además, la titular de Sanidad, por entonces diputada, pagó la matrícula 3 meses fuera de plazo, comenzando el curso 4 meses tarde. Por si fuera poco, la fecha de su título oficial no coincide con el resto de su expediente, explica eldiario.es.

Montón reaccionó a primerísima hora de la mañana de este lunes para asegurar en su Twitter oficial que comparecerá ante los medios de urgencia para explicar esta información: "Esta misma mañana haré una rueda de prensa donde rebatiré la información publicada hoy. Y aclararé esta situación". A la 'Cadena SER' les ha dicho que está "tranquila", que no recibió ningún trato de favor, que guarda todos los papeles que justifican su máster y que no piensa dimitir tras hablar con el presidente Pedro Sánchez y la vicepresidenta Carmen Calvo.

Esta misma mañana haré una rueda de prensa donde rebatiré la información publicada hoy. Y aclararé esta situación.

— Carmen Montón (@CarmenMonton) 10 de septiembre de 2018

El título obtenido por la entonces diputada del PSOE pertenecía tambiéna al controvertido Instituto de Derecho Público dirigido por el catedrático Enrique Álvarez Conde, quien está imputado por los casos de los másteres de Cifuentes y Casado. Montón aprobó el curso con una nota media de 8,43 y el máster se llamaba 'Máster en Estudios Interdisciplinares de Género'. Lo consiguió en el curso 2010/2011, y cuando comenzó supuestamente a recibir las clases la mitad de las asignaturas ya habían finalizado, según la documentación aportada por eldiario.es.

Esas asignaturas en entredicho fueron 6, la mitad del curso, que constaba de un total de 12, y en ellas obtuvo 3 sobresalientes, un notable y 2 aprobados. En todas ellas no tuvo contacto con sus profesores y no asistió a ninguna clase. La profesora Clara Souto, imputada por el 'caso Cifuentes', fue una de las que estuvieron formando parte del profesorado del máster.

Diferencias con los casos Cifuentes y Casado

A favor de la ministra está que, ante el comienzo de las investigaciones, el pasado martes, 4 de septiembre, Montón accedió a reunirse con eldiario.es para dar sus explicaciones y ambas partes se vieron en el despacho en el Ministerio de Sanidad. Montón aportó a los periodistas del digital documentación que guardaba del curso, incluido el trabajo de fin de curso del máster, que ni Casado ni Cifuentes encuentran o quieren aportar.

Además, la titular de Sanidad permitió a estos periodistas revisar los documentos sin límites y aportó una copia de su trabajo definitivo de fin de máster, que conservó eldiario.es. El trabajo lo dirigió la profesora Laura Nuño, que también salía en el 'caso Cifuentes', y Montón incluso tenía varias versiones del trabajo, según lo iba elaborando, todas ellas mostradas.

Qué juega en su contra

En contra de los argumentos ofrecidos por Montón están sus convalidaciones y las fechas de sus aprobados. Una de las profesoras, Sonia Núñez Puente, dice que no vio a la ministra en clase porque convalidó la asignatura que ella impartía. Montón aseguró a eldiario.es que no solicitó ninguna convalidación, pero otros alumnos del mismo curso niegan que hubiesen sido informados de que podían optar a convalidaciones.

Otro problema que tiene Montón en sus argumentaciones es que en su expediente figura que todas las asignaturas se aprobaron en el curso 2010-2011. Sin embargo, el título oficial de la Universidad Rey Juan Carlos tiene la fecha de junio de 2012, un año más tarde de lo que aparece en sus notas.

Tampoco fue capaz Montón de recordar a dónde iba a recibir las clases, con versiones cambiantes a los periodistas del diario.es, pese a asegurar que sí acudía a algunas clases presenciales.