Catalina Pons, experta en comunicación no verbal: "Identificar las mentiras no es fácil, nadie es un polígrafo"

¿Hasta qué nivel somos capaces de captar toda la información transmitida a través de la comunicación no verbal?

Somos capaces de una forma innata de percibirla toda, absolutamente toda. Porque nuestro cerebro tiene esa capacidad. Lo que pasa es que lo hace de manera no consciente. Puedes no ser consciente de lo que has interpretado o del mensaje que has recibido de otra persona a través del lenguaje corporal; pero recibirlo, lo recibes.

De hecho, reaccionas a esos mensajes, aunque sea de forma no consciente. Por ejemplo, cuando hablas con alguien y lo que te está diciendo es positivo pero, por lo que sea, te quedas con la sensación de que ha pasado algo raro y no confías. Ha habido una disonancia entre el lenguaje verbal y el no verbal. E instintivamente confías en el no verbal, porque es el ancestral, el espontáneo, el que no miente, digamos.

Cuando sucede esto, tú lo has sentido o intuido, aunque no sepas racionalmente por qué has desconfiado de aquella persona.

Pero, si se capta de forma no consciente, entonces perdemos mucha información, ¿no?

La pierdes a nivel racional, sí. Puedes aprender a reconocerla y a hacer consciente lo que ahora intuyes. Si aprendes comunicación no verbal, con el tiempo, vas siendo consciente de estas conversaciones que vas teniendo a nivel no consciente y vas entendiendo por qué has intuido una cosa u otra, o por qué has sentido, por ejemplo, que una persona te esta engañando.

Pero, como bien dices, a nivel racional te lo pierdes. Nuestros cuerpos van hablando unos con los otros, eso es algo que no se puede evitar. Tu lenguaje corporal comunica a los demás cosas y estás recibiendo constantemente señales de los demás, tanto si quieres como si no quieres. Lo que pasa es que no lo puedes racionalizar, a menos que tengas los conocimientos y la intencionalidad de hacerlo.

En el libro se habla de la importancia de la primera impresión y de que, en ella, tiene más impacto el lenguaje corporal que las propias palabras ¿No es un poco desalentador?

Sí, lo es (se ríe). Se realiza en 7 segundos. Y es tan rápido, como nuestro cerebro juzga instintivamente a otra persona. Es así de rápido porque es básico, es algo absolutamente ancestral y viene de un tema biológico entre mamíferos, para ser capaz de decidir si, cuando ves a otro animal -en este caso a otra persona-, te puedes fiar. Entonces, decides si confiar o no y si es una persona competente o no. Eso lo hacemos en 7 segundo, está científicamente constatado.

Además, estas primeras impresiones intuitivas cuestan mucho cambiarlas. Cuando la primera impresión de una persona ha sido negativa, aunque no sepas por qué, cuesta muchísimo cambiar esa opinión. Tendrás que racionalizarlo mucho, tener mucha información para que te veas que te has equivocado. Es decir, además de ser rápidas- que no te da tiempo ni a hablar-, son duraderas.

Impresiona mucho que funcionemos así porque los seres humanos nos consideramos racionales, y lo somos, pero no dejamos de tener este otro componente, que es más emocional y estamos menos acostumbrados a conocerlo.

Y, ¿cómo es de universal el lenguaje no verbal? ¿Hay códigos específicos de un lugar?

Algunos aspectos del lenguaje corporal son absolutamente universales, como las expresiones en la cara en el caso de las emociones básicas. Se ha demostrado que son iguales en todas las etnias y todas las culturas.

En cambio, los gestos del cuerpo y otros aspectos tienen variaciones culturales. Por ejemplo, la manera de saludar o la forma de mirar. En unas culturas mirar a los ojos se considera un signo de atención, es positivo, mientras que en otras culturas mirar el mismo tiempo a los ojos se considera agresivo. Y si tú no lo sabes, puedes provocar una reacción negativa porque los incomodas.

También la distancia entre dos personas es un factor que cambia mucho de una cultura a otra. En algunas culturas, la costumbre es hablar acercándose mucho y, en otras en cambio, eso es percibido como una invasión del espacio personal causa rechazo incluso.

También hay diferencias por sexos, entre hombres y mujeres.

¿Por sexos? ¿En qué sentido?

Pues en la forma de expresar las emociones. Por ejemplo, las mujeres sonreímos más en general, tenemos un lenguaje corporal más abierto y más receptivo. En una conversación enviamos más señales de interacción, como mover la cabeza o las cejas. Pero estoy hablando muy en general.

¿Cree que la comunicación no verbal de un político puede influir a la hora de ganar o perder votos?

Sí, porque cada conversación contiene dos conversaciones: una es la racional y verbal y la otra es la comunicación no verbal, que es emocional e instintiva. Pero el resultado, el impacto en la persona que escucha, es el de las dos conversaciones. Y la comunicación no verbal tiene un peso altísimo.

Pero ¿se podría trasladar lo que hablamos antes? ¿Tendría más peso la comunicación no verbal?

No, eso tampoco porque, si lo que dices con las palabras no interesa, por mucho que la comunicación no verbal esté enviando señales positivas y de atracción, no va a interesar. En un político sería un contexto en el que lo que está diciendo tiene que interesar a la audiencia.

Si lo que está diciendo el político sí interesa, pero con su lenguaje corporal lo que está comunicando es que no se cree lo que está diciendo o lo dice pero sin entusiasmo, o está haciendo promesas que no piensa cumplir, ahí la audiencia sentirá más lo que transmite por su lenguaje corporal.

En el libro menciona precisamente las mentiras, y dice que, en realidad, es muy difícil saber si una persona miente sólo por su lenguaje no verbal. Pero, en el caso de un político que sale constantemente en televisión, ¿se podría llegar a saber si miente?

Sí, sería posible.

¿Sólo por su lenguaje no verbal?

No sólo por su lenguaje no verbal. Para identificar cuando alguien miente, un especialista tiene que identificar cuál es el lenguaje corporal basal de la persona, necesita conocerla y tenerla analizada para poder identificar cambios en un momento determinado que se puedan identificar como engaño.

Identificar las mentiras no es fácil, nadie es como un polígrafo, nadie es infalible. Si conoces el lenguaje basal, se conoce el contexto de la conversación, entiendes la situación, y ves cambios en la comunicación no verbal en determinados momentos, ahí sí que puedes identificar el momento en el que esa persona no es congruente. Hay disociación entre lo que dicen las palabras y lo que dice el cuerpo.