Es escandaloso que una abogada laboralista haga trampas en su separación de bienes para que su marido no pague a los trabajadores a los que debe dinero, así que esta señora de lecciones de ética, nada de nada. No queremos su España bolivariana.
El Madrid que desea esta tipa es muy parecido a Pionyang. Por cierto, DC poniendo alfombra roja a los totalitarios. Jabón, jabón y mucho almíbar. Pero que malo es vd, señor Jáuregui.