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Alemania desbloquea el veto europeo al gas y al petróleo rusos y las sanciones pasan a una nueva fase

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, con el canciller alemán, Olaf Scholz
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El presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, con el canciller alemán, Olaf Scholz (Foto: Gobierno Ucrania oficial)
martes 03 de mayo de 2022, 10:00h

Finalmente, Alemania ha dado su brazo a torcer y ha desbloqueado el veto de la Unión Europea al gas y al petróleo rusos.

Alemania confirmó que ya no está en contra del veto pero pide que las sanciones sean progresivas para ganar tiempo y tener alternativas: "Nosotros y aquellos países cuya dependencia energética de Moscú sea mayor necesitamos tiempo y solidaridad".

Con su cambio de actitud cambia la situación y las sanciones a Rusia por la invasión de Ucrania pasan a una nueva fase más dura y con un consenso salvo por el caso húngaro.

La Hungría de Viktor Orbán se niega a dejar de lado su dependencia de la energía y combustibles de origen ruso y ahora mismo es el único país que puede bloquear lo que sería un consenso absoluto de los miembros de la UE en contra de seguir dando aire y dinero a Vladimir Putin.

Bruselas continúa alertando de que el suministro de gas ruso podría cortarse en cualquier momento como respuesta rusa. Ayer lunes lo destacaba la comisaria de energía, Kadri Simson, quien advirtió a los países miembros que estén preparados para un corte "total" que no sería inminente, pues no aprecia "riesgo inmediato".

Simson ha recordado los casos de Polonia y Bulgaria, que fueron un "punto de inflexión" puesto que ahora "cualquier país puede ser el próximo". La comisaria aprovechó para lazar el enésimo mensaje a Hungría, sin nombrarla: ahora mismo, pagar en rublos el gas o el petróleo ruso, como exige Putin, supone una violación del acuerdo sobre las sanciones a este país.

Más sanciones financieras

Mientras, Bruselas inicia su segunda fase de sanciones y las endurecerá con nuevos bancos que estarán bloqueados, quedándose fuera del sistema Swift. El objetivo es claro: limitar las importaciones energéticas de Rusia, especialmente el petróleo, y seguir recortando las opciones financieras de Putin.

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