La ofensiva de Rusia sigue asolando Ucrania mientras la capital, Kiev, resiste de momento. Las calles se han transformado en un campo de batalla y el sonido de bombas y disparos impera ahora en lugar del tráfico y bullicio habitual de una ciudad. Pero en medio del caos, la vida sigue abriéndose paso.
El toque de queda se ha alargado, de momento, hasta el lunes a las 8 de la mañana, mientras tanto, los ciudadanos de Kiev que no pueden combatir y no han podido abandonar la ciudad permanecen escondidos en sus hogares, hospitales, estaciones de metro...pero la guerra no detiene un embarazo ni las ganas de llegar al mundo de un bebé.
Según ha compartido en Facebook el Hospital multidisciplinario de Starobilsk, siguen atendiendo partos en el sótano del hospital, en "unas condiciones alejadas" de las que necesitan pequeños que nacen así como de las madres, pero sanos y salvos al fin y al cabo.
Uno de estos nacimientos se ha hecho viral gracias a que Hannah Hopko, presidenta de la Conferencia Democracia en Acción, ha compartido el "desafiante parto" en sus redes sociales. Una publicación que anima "las madres de Rusia y Bielorrusia" a alzar la voz en contra de la guerra para defender "la vida y la humanidad".
Las estaciones de metro se han convertido en refugios improvisados de cientos de personas que siguen atrapadas en Kiev, entre ellas muchas mujeres embarazadas que han tenido que dar a luz a sus bebés en mitad de una guerra.
Las condiciones, como ha precisado el Hospital de Starobilsk en redes sociales, no son las más adecuadas, pero la población se une para ayudar en lo que puede, desde asistir un parto hasta entretener a los niños para intentar que no pasen miedo, curar heridas, repartir comida...Todo para salir adelante en unas circunstancias muy complejas.
Ucrania resiste y la comunidad internacional eleva las sanciones a Rusia
Mientras Kiev y otras ciudades siguen resistiéndose a la embestida rusa, aunque Putin ha endurecido su ofensiva y ha ordenado atacar en todos los frentes para intentar debilitar a Ucrania y conseguir hacerse con las regiones más importantes.
La respuesta internacional sigue siendo de activar duras sanciones contra Rusia, especialmente en el ámbito económico. La última en conocerse ha sido la exclusión de los bancos rusos del sistema SWIFT, una medida que se barajaba desde hace días pero sin que acabase de convencer a la UE y a EEUU, pero tras los últimos días, han aprobado la idea.
Además han autorizado la paralización de los activos del Banco Central ruso e impedirán que las élites rusas accedan a sus activos en los mercados occidentales.
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