Carlos III se dirige a los británicos antes de su proclamación oficial como rey

El nuevo rey de Inglaterra, Carlos III y la reina consorte, Camila, han regresado a Londres tras pasar la noche en el castillo de Balmoral, donde yace el cuerpo sin vida de la reina Isabel II. El monarca será proclamado oficialmente como rey este sábado, pero se le considera como tal desde el preciso instante en que falleció su madre.

El entonces príncipe Carlos se desplazó con urgencia este jueves a Balmoral, la residencia veraniega donde permanecía desde hacía varias semanas su madre, Ia reina Isabel II, cuyo estado de salud preocupaba profundamente a los médicos. Allí se reunieron los cuatro hijos de la monarca y sus nietos, el duque de Cambridge, Guillermo, y Harry. Y horas después de que saltaran las alarmas se confirmó el triste desenlace. "La reina ha muerto, ¡Dios salve al Rey!".

Y es que Carlos se convirtió a sus 73 años en el nuevo soberano británico. Tras conocerse que conservaría su nombre, y que será proclamado como Carlos III, Buckingham publicó el comunicado de despedida a su madre. "El fallecimiento de mi amada madre, Su Majestad la Reina, es un momento de inmensa tristeza para mí y para todos los miembros de mi familia. Lamentamos profundamente el fallecimiento de una querida soberana y una madre muy amada. Sé que su pérdida se sentirá en todo el país, los Reinos y la Commonwealth, y en innumerables personas en todo el mundo. Durante este período de luto y cambio, mi familia y yo seremos consolados y sostenidos por nuestro conocimiento del respeto y el profundo afecto en el que se tenía a la Reina".

Tras pasar la noche en el castillo de Balmoral, donde todavía permanece el ataúd de Isabel II, Carlos III y la reina consorte han regresado a Londres. Antes de entrar en el Palacio de Buckingham, que no cesa de recibir ramos de flores y ciudadanos, el rey se ha acercado a aquellos que se apostaban a las puertas para trasladar su pésame por el fallecimiento de la reina más longeva de la monarquía británica.

El nuevo Rey tiene por delante una intensa agenda en los próximos días, hasta la celebración del funeral de su madre. Esta tarde debe mantener una reunión con la primera ministra, Liz Truss, y después se dirigirá a la nación por primera vez desde su llegada al trono.

Cómo será el acto de proclamación del rey Carlos III

El soberano será proclamado en el Consejo de Acceso a las 10:00 horas de mañana 10 de septiembre en el Palacio de St. James. El Consejo de Acceso se divide en dos partes: en la primera, el Consejo Privado, sin la presencia del Rey, proclamará al Soberano y aprobará formalmente varias Órdenes consiguientes, incluidos los arreglos para la proclamación.

En la segunda parte, se celebra el primer Consejo Privado con el Rey, en el que hará su declaración y leerá y firmará un juramento para defender la seguridad de la Iglesia en Escocia y aprobar Órdenes en Consejo que faciliten la continuidad del gobierno.

Acto seguido, la proclamación se leerá a las 11:00 horas desde el balcón que da a Friary Court desde el Palacio de St James, y como es costumbre, se leerá una segunda Proclamación en la City de Londres, en el Royal Exchange a las 12:00 horas del mismo día sábado 10 de septiembre. Se leerán más Proclamaciones en Escocia, Irlanda del Norte y Gales a las 12:00 horas del día siguiente, domingo 11 de septiembre.

En reconocimiento al nuevo Soberano, las banderas ondearán 'a toda asta' desde el momento de la proclamación en el Palacio de St. James hasta una hora después de las réplicas en Escocia, Irlanda del Norte y Gales, después de lo cual volverán a estar a media asta en señal de luto por la muerte de la Reina.

Carlos III emprenderá a renglón seguido una gira que le llevará a Cardiff, Belfast y Edimburgo, antes de regresar a Londres, para mantener un despacho con la primera ministra.

Lo que no ocurrirá tan pronto será su coronación, ya que la familia real estará de luto hasta al menos una semana después del funeral de Isabel II. En el caso de la monarca, cuando su murió su padre Jorge VI, esperó un año para ser coronada, y en un ejercicio de apertura y modernidad, decidió que el acto se emitiera en televisión, y fue seguido por millones de personas.