La Inteligencia Artificial (IA) ya es una tecnología al alcance de la mayoría y empleada en el día a día gracias a plataformas como ChatGPT, el chatbot más famoso que popularizó las consultas con la IA. Pero al ser una tecnología relativamente nueva, hay todavía muchos interrogantes sobre su uso o sus consecuencias. Un ejemplo de alerta es el suicidio de un adolescente hace unos meses tras largas conversaciones con este chatbot.
Adam Raine tenía 16 años y se suicidó hace unos meses. Su familia ha culpado a ChatGPT de su muerte y ha llevado el caso a los tribunales.
El caso de Raine sorprende al mundo
El chatbot de OpenAI es uno de los más populares entre la sociedad debido a su facilidad de uso y rapidez en las respuestas. Hay multitud de vídeos en redes sociales que ya parodian la dependencia de muchos, especialmente jóvenes, a las directrices de ChatGPT y cómo se ha convertido en una especie de 'guía' para tomar decisiones. Vídeos y memes en broma pero que se acercan bastante a la realidad de muchos que acaban creando una gran dependencia, como podría ser el caso de Raine.
Los padres de Raine han denunciado tanto a la empresa, OpenAI, como a su consejero delegado, Sam Altman.
Según han confirmado los progenitores, el joven mantenía muchas conversaciones con ChatGPT, algo que a priori no les alarmó ya que es algo habitual. Pero consideran que le animó "activamente a explorar métodos de suicidio" y que no inició ningún protocolo de alerta ante la verbalización de sus intenciones suicidas.
"La IA nunca debería decirle a un niño que no le debe la supervivencia a sus padres", ha publicado el abogado de la familia, Jay Edelson, en sus perfiles de redes sociales.
Le proporcionó un método letal
Aunque la muerte se produjo en el mes de abril de 2025, la denuncia se ha presentado ahora en California.
Según se ha podido conocer a través de los medios locales, en la última conversación de Adam con ChatGPT, la IA le ayudó a encontrar un método letal para poner fin a su vida tras un intento fallido.
La denuncia sostiene que ChatGPT ayudó a Adam a robarle vodka a sus padres y le elaboró un análisis técnico sobre un método letal, que fue el que utilizó posteriormente para quitarse la vida.
Algunos de los fragmentos aportados de las conversaciones del joven retratan que el chatbot se ofreció a escribir su nota de suicidio.
De momento la empresa no ha hecho ninguna mención expresa al caso, pero horas después de hacerse pública la denuncia, publicaron un comunicado en el que admitieron que el chatbot se "queda corto" en algunas situaciones sensibles.
Han señalado también que están entrenando a ChatGPT para mejorar sus respuestas ante instrucciones que inviten a la autolesión.
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