EEUU y Reino Unido alertaron a Rusia de un atentado yihadista inminente y el aviso fue ignorado

Vladimir Putin ha responsabilizado a Ucrania de haber instigado el atentado de la sala de conciertos Crocus City Hall, que ha dejado más de 130 muertos.

De hecho, Rusia ha bombardeado al país vecino, con el que tiene abierta una guerra desde 2022, intensificando los ataques con misiles.

Pero la realidad es que tanto los servicios de inteligencia de EEUU como de Reino Unido habían avisado a Rusia de esta amenaza inminente, por mucho que no sea un Estado aliado.

El aviso a Rusia

Ahora mismo la pista que se sigue es que el grupo terrorista Estado Islámico (EI) atentadó en Moscú como represalia por la participación de Rusia en los conflictos de Siria y del Sahel africano.

Se produce después de una serie de advertencias por parte de embajadas occidentales en Rusia sobre la posibilidad de ataques inminentes en la región. A pesar de estas advertencias, el presidente Putin desestimó estos avisos, calificándolos como "un intento de intimidar y desestabilizar" a la sociedad rusa.

El 8 de marzo, diversas embajadas occidentales, incluyendo las de Estados Unidos y el Reino Unido, emitieron alertas a sus ciudadanos en Rusia sobre la posibilidad de atentados, especialmente en eventos masivos en Moscú. La embajada estadounidense, por ejemplo, señaló en un comunicado que tenía información sobre posibles ataques extremistas en concentraciones masivas, como conciertos.

El gobierno de EEUU afirmó haber compartido información previa sobre un "ataque terrorista" planificado en Rusia con las autoridades rusas. Esta información condujo a la emisión de una alerta a los ciudadanos estadounidenses en Rusia a principios de mes. Sin embargo, Putin rechazó estas advertencias, considerándolas como un "chantaje obvio" destinado a intimidar a la sociedad rusa.

El atentado

El ataque en Moscú se produce en un contexto en el que la rama del Estado Islámico en Rusia, conocida como 'Wilayat al Quqaz' (Provincia del Cáucaso), ha mostrado actividad previa. Aunque esta rama cesó supuestamente su actividad tras la muerte de su líder, Rustam Asildarov, en diciembre de 2016, el reciente ataque demuestra la continuidad de la amenaza.

El 5 de septiembre de 2023, el Estado Islámico reivindicó un atentado cerca de la embajada rusa en Kabul, donde perdieron la vida el segundo secretario y un guardia de seguridad. El grupo ha afirmado haber perpetrado el reciente ataque en Krasnogorsk, causando numerosas víctimas y una gran destrucción en la zona antes de retirarse a sus bases. Este incidente subraya la necesidad de una respuesta coordinada y efectiva ante la amenaza del terrorismo internacional.

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