El hijo del presidente de Estados Unidos, Hunter Biden, ha sido imputado por posesión ilegal de armas y por fraude fiscal, según un escrito judicial dado a conocer este martes.
Según este documento presentado por el fiscal general de Delaware (EE.UU.), David Weiss, ante una corte federal, Biden ha aceptado declararse culpable para evitar entrar a prisión.
En virtud de dicho acuerdo de culpabilidad, Hunter Biden, de 53 años, admitió no haber declarado al fisco los ingresos que recibió en 2017 y 2018, y no haber pagado por ellos.
"Desvío previo al juicio"
El arreglo también incluye lo que en el argot judicial estadounidense se denomina "desvío previo al juicio" en lo que se refiere al cargo de posesión ilegal de un arma de fuego. Ese mecanismo sirve para esquivar un enjuiciamiento tradicional y que en su lugar el acusado pase a un programa de supervisión comunitaria. De manera que, si un juez federal acepta el acuerdo, esto podría suponer el fin de la investigación.
No obstante, el escándalo ya ha salpicado a su padre, Joe Biden, cuyos rivales políticos han utilizado estas pesquisas para arrojar dudas sobre los negocios del hijo en el extranjero y para describir a la familia de presidente como corrupta.
Diana de numerosos ataques
El hijo de Biden fue durante años el centro de los incesantes ataques del ex presidente Donald Trump y sus aliados republicanos, que le han acusado de irregularidades relacionadas con Ucrania y China, entre otros asuntos.
Por su parte, él ha trabajado como lobista, abogado, banquero de inversión y artista, y ha detallado públicamente sus luchas contra el abuso de sustancias.
La investigación se abrió en 2018 durante el mandato de Trump (2017-2021) y en diciembre de 2020 Hunter Biden reveló que la oficina de Weiss estaba revolviendo sus asuntos fiscales.
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