Está claro que no estamos ante una guerra como tal, pero el grave conflicto interno en Kosovo ya empieza a dar miedo a media Europa y da la sensación de tener otra casi-guerra, aunque silenciosa, cuando aún estamos en plena invasión de Ucrania por parte de Rusia.
La OTAN, de hecho, ya está manos a la obra y ha tomado en serio esta nueva crisis en Kosovo. Su secretario general, Jens Stoltenberg, anunciaba el despliegue de 700 soldados adicionales para reforzar la misión de paz KFOR después de que 30 de ellos ya en el terreno fueran heridos en los recientes altercados.
La KFOR es la fuerza militar multinacional liderada por la OTAN que entró en Kosovo para pacificar el territorio.
La comunidad serbia de Kosovo en la región de Zvecan está realizando fuertes protestas y el conflicto nacional no puede ser más grande después de que este país fuera reconocido internacionalmente como un Estado nuevo, pese a la oposición de algunas naciones, como España, entre otras. Pero el apoyo de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania o Francia, entre otros, fue más que suficiente para una secesión de Serbia que aún provoca heridas.
Las protestas, que están siendo muy violentas, tienen lugar en el norte de este discutido país, tienen como objetivo oponerse a los alcaldes albanokosovares que han sido elegidos en varios municipios donde la mayoría ciudadana es serbia.
Ataques graves a soldados OTAN
Entre los heridos, algunos fueron alcanzados por disparos de armas de fuego, lo que ha hecho saltar todas las alarmas por un posible conflicto civil entre las distintas comunidades de Kosovo. Otros fueron heridos por lesiones provocadas por golpes y otros, por el estallido de artefactos explosivos caseros. Los soldados de la OTAN heridos son italianos y húngaros.
La OTAN ha pedido tanto a Serbia como a Kosovo que den pasos para enfriar la situación y finalicen las protestas no pacíficas.
Se ha aumentado el nivel de alerta y las nuevas tropas permanecerán al menos hasta mediados de junio, cuando se espera que se hayan sofocado estas trifulcas entre las distintas comunidades nacionales.
También se ha pronunciado el Alto Representante de la UE para Política Exterior, el español Josep Borrell, quien condenó los "actos violentos" tanto contra soldados y policías como contra ciudadanos y prensa en estos días en Kosovo.
"Son absolutamente inaceptables y conducen a una situación muy peligrosa", criticó Borrell, exigiendo a las autoridades serbias y kosovares a que tomen "medidas urgentes" para rebajar la tensión "de forma inmediata e incondicional".
El problema kosovar
El espíritu y el recuerdo de la no tan reciente guerra de Yugoslavia en la década de los 1990 está en la mente de todos.
Kosovo se declaró como Estado independiente en 2008 y fue reconocido por gran parte de la comunidad internacional. En la proclamación no participaron la minoría serbia y algunos países como España o Rusia, entre otros, naciones con sus propios problemas de unidad territorial y reivindicaciones separatistas. Curiosamente, Ucrania tampoco lo hizo, además de otras naciones como China, India, Marruecos, México, Brasil, Argentina...
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