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París vota acabar con los patinetes de alquiler en sus calles

Patinetes eléctricos
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Patinetes eléctricos (Foto: Unsplash)
lunes 03 de abril de 2023, 09:49h

Este domingo, los parisinos que se inscribieron previamente, pudieron votar en una consulta pública sobre si acabar o no con la licencia para que circulen por sus calles los patinetes de aquiler.

La iniciativa, convocada por la alcaldesa socialista Anne Hidalgo, ha sido un éxito y aunque su resultado no es vinculante, la dirigente política se comprometió a aplicar la decisión que tomaran los ciudadanos.

Los inscritos tenían que votar entre "A favor o en contra de los scooters de autoservicio". Pudieron hacerlo en un total de 203 colegios electorales desplegados para la ocasión.

Al término de esta jornada electoral, con un éxito que se considera "sin precedentes", la Comisión de Control, órgano colegiado independiente destinado a garantizar el buen desarrollo de la votación, anunció los resultados, que apuntaron a un 'no' a los patinetes, "trottinettes" en francés.

Resultados y participación

En realidad, la participación ha sido modesta. De más de millón y medio de convocados, sólo votaron 103.084 parisinos, los cuales, eso sí, abrumadoramente acudieron para enterrar este servicio de alquiler.

En concreto, el 'no' a los patinetes se impuso por un el 89,03%, por lo que el próximo mes de agosto, cuando caducan los contratos con estas compañías de alquiler, no habrá renovación del servicio.

Fueron 91.385 votantes por el 'no', mientras que 11.256 vecinos, el 10,97% del total, se posicionó a favor de que continuara este servicio.

La alcadesa Hidalgo explicó que fue "un gran éxito democrático" para la ciudad y que estaba "encantada". Ahora, tras su compromiso, asegura que cumplirá con su decisión de respetar lo votado en las urnas.

París y sus ciudadanos estaba ya cansados de accidentes, incluso mortales, provocados por los usuarios de estos patinetes, muchas veces turistas o usuarios que no tomaban precauciones en su uso para circular por la ciudad. Además, muchos acaban mal aparcados en las calles, provocando problemas de movilidad por las vías públicas.

Hoy por hoy este debate se ha extendido a muchas ciudades europeas. En Madrid se impuso un sistema de geolocalización para evitar que circulen por vías donde no deberían por las normas de circulación y en Barcelona se prohibió que puedan ser transportados en autobuses y metro, por motivos de seguridad ante posibles incendios de sus baterías.

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