Acabó la pesadilla para Beniamino Zuncheddu. Un pastor sardo (Cerdeña, Italia) que había sido acusado injustamente de haber asesinado a 3 miembros de una familia rival, y todo porque el único testigo del crimen aseguró haberle reconocido, lo que fue suficiente para que fuera condenado a cadena perpetua en 1991.
Su absolución ha llegado este viernes después de que el testigo principal se retractara a finales de 2023 y reconociera que identificó al pastor obligado por la policía.
Se trata del "mayor error judicial en la historia republicana. Casi 33 años tras las rejas, 12.000 días de privaciones, sufrimiento, dolor, lejanía de sus seres queridos y de su vida", según el portal Errorigiudiziari.com (Erroresjudiciales.com), que se ocupa de errores judiciales y que estuvo presente en el proceso de apelación.
El pastor fue condenado por el asesinato a tiros de Gesuino Fadda, de 56 años; su hijo Giuseppe, de 24; y su empleado Ignazio Pusceddu, de 55, mientras que el yerno de Fadda, Luigi Pinna, de 29, resultó gravemente herido y se convirtió en el único testigo del triple homicidio ocurrido en la isla de Cerdeña el 8 de enero de 1991.
"De qué me voy a arrepentir, si nunca he hecho nada"
Zuncheddu, que tenía 27 años en el momento que ingresó en prisión, siempre ha defendido su inocencia durante las últimas 3 décadas, pese a que si confesaba el crimen hubiera visto reducida su condena.
"Me lo pidieron muchas veces", ha señalado el pastor, ahora con 58 años, este sábado en rueda de prensa: "Si te arrepientes, te ponemos en libertad" le repetían, "pero de qué me voy a arrepentir, si nunca he hecho nada", ha relatado.
Una vez puesto en libertad, Zuncheddu ha sido recibido como un héroe en su pueblo, Burcei, en Cerdeña. El párroco, después de la última sentencia, hizo sonar las campanas.
"Me lo robaron todo"
"Quería tener una familia, construir algo, ser un ciudadano libre como todos los demás. Hace 30 años era joven, hoy soy viejo. Me lo robaron todo. Ahora descansaré, al menos mentalmente", ha señalado Zuncheddu ante la prensa.
"Me sentía como un pajarito enjaulado. Los miraba a la cara y me preguntaba 'por qué'. Ni siquiera ahora entiendo por qué", aunque "nunca he sentido odio o rabia" porque "los jueces cometen errores", ha explicado el pastor a los medios en una comparecencia en la sede del Partido Radical, que le ha ayudado en su defensa.
"Quiero dar las gracias al Partido Radical, a quienes me rodean, a mis familiares, a mi pueblo, Burcei", ha concluido emocionado.
No es el único caso, en los últimos 32 años, las víctimas de errores judiciales y detenciones injustas en Italia han sido más de 30.000. Cada día terminan en prisión 3 personas inocentes, una cada 8 horas.
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