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Nicotina
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Nicotina (Foto: Unsplash/afif-ramdhasuma)

La peligrosa moda que viene de Suecia: las bolsitas de nicotina

martes 19 de marzo de 2024, 08:22h

La organización Nofumadores ha advertido al Ministerio de Sanidad sobre la posible adicción que puede provocar la nicotina a través de un producto sintético, las conocidas como bolsitas de nicotina.

Son similares al snus sueco, un producto que se coloca en las encías y se absorbe por vía sanguínea de manera rápida.

Además, contiene diversos componentes tóxicos como los metales pesados, por lo que, incluso no conteniendo tabaco, no está exento de riesgo.

Pese a encontrarse en una situación alegal, ha comenzado a proliferar su venta en comercios españoles, incluso en algunos estancos, y se publicita a través de redes sociales e influencers de todo tipo.

La presidenta de Nofumadores, Raquel Fernández Megina, denuncia que “se está vendiendo snus blanco a los adolescentes. El Gobierno español está permitiendo, al no prohibir taxativamente su comercialización, que un producto primo hermano del snus, prohibido en toda la UE excepto en Suecia, desembarque en el mercado español con otra denominación”.

Nofumadores señala que, de nuevo, se está dejando entrar por la puerta de atrás a un producto, al igual que ha sucedido con vapers y cigarrillos electrónicos, que está dirigido principalmente a los adolescentes y que el Gobierno debería prohibir, como ya han hecho Bélgica y Países Bajos.

Productos "de nueva generación"

Fumar Las 4 grandes tabaqueras, Philip Morris International, Japan Tobacco International, British American Tobacco e Imperial Brands han invertido fuertemente en productos como el snus blanco o bolsas de nicotina, refiriéndose a ellos como “productos de nueva generación”, con la intención de sortear las crecientes restricciones al uso del cigarrillo convencional, aprovechar vacíos legales y asegurar la pervivencia de un ecosistema con múltiples productos adictivos.

La presidenta de Nofumadores señala que “se trata de poner obstáculos al fin del tabaquismo y a que la próxima generación sea libre de tabaco y nicotina”. Para Nofumadores, las tabaqueras actúan movidas por un ánimo de lucro despiadado mientras enmarcan estos productos en su autodenominada “estrategia de reducción de daños” la cual, como afirma Fernández Megina “acaba siempre vendiendo nicotina al lado de piruletas. Por tanto, podemos inferir que el único daño que pretenden reducir es al de su cuenta de resultados”.

Esta situación alegal ha provocado que el snus blanco se comercialice a través de portales de vapeo, que cuentan con una amplia oferta de sabores y concentraciones de nicotina.

Para adquirirlas, tan solo hay que hacer clic en un botón afirmando que se es mayor de 18 años. En estas webs de vapeo se afirma que es “una forma sana de consumir nicotina” y algunas ni siquiera cuentan con una advertencia para mayores de 18 años. El producto se ofrece por menos de cuatro euros como “alternativa a los cigarrillos”. Las webs dedicadas a la venta de cachimbas también ofrecen bolsas de nicotina a quienes entran en su página.

Efectos sobre la salud

En Inglaterra, donde ya se habla de la epidemia de estos “pouches” (saquitos) un buen número de escuelas han informado acerca de estudiantes sintiéndose mareados y enfermos e, incluso, vomitando, además de reportar sobre encías sangrantes. Los dentistas ya advierten acerca del uso alarmante de estos dispositivos por los más jóvenes y cómo estos dañan la salud oral.

Hay estudios que han demostrado que el consumo de un saco de 6 mg produce un aumento promedio de 10 latidos cardiacos por minuto. Estudios científicos también relacionan el consumo de nicotina con el aumento de resistencia a la insulina, y por tanto, de la aparición de diabetes tipo II. Dado que la nicotina atraviesa la barrera placentaria y alcanza altas concentraciones séricas en el feto y en el líquido amniótico, incrementa el riesgo de muerte fetal. Los síntomas de intoxicación leve son sensación de zumbido en la cabeza, náuseas y vómitos; una intoxicación de mayor intensidad puede producir diarrea, aumento de la salivación y retardo del ritmo cardíaco; una intoxicación grave puede producir convulsiones y depresión respiratoria. Debido a su estructura química, también producen alteraciones del ADN y por ello son reconocidas como cancerígenas por la Agencia Internacional del Cáncer (IARC).

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