Moscú supera la mayor crisis de su historia reciente gracias a la mediación bielorrusa

Moscú tuvo ayer la jornada más convulsa de los últimos años debido a la marcha de los paramilitares de Wagner hacia la capital rusa.

El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha asegurado que la causa penal contra Yevgueni Prigozhin será archivada y que, aunque por el momento desconocen su paradero, se trasladará a Bielorrusia, país al que el Kremlin le ha agradecido su mediación con Wagner.

A su vez, Peskov ha informado que los combatientes paramilitares de Wagner que no han participado en la "marcha" hacia Moscú firmarán contratos con el Ministerio de Defensa ruso, mientras que el resto no serán procesados, en reconocimiento a su servicio en el frente ucraniano.

Peskov ha declarado que el presidente bielorruso, Aleksander Lukashenko, se había ofrecido a mediar, con el consentimiento del presidente ruso, Vladímir Putin, porque conocía personalmente a Prigozhin desde hacía unos 20 años.

Prigozhin anunció horas atrás el retorno de sus combatientes a las bases permanentes para "evitar el derramamiento de sangre" en Rusia.

"Iban a desmantelar a la PMC Wagner. Salimos el 23 de junio a la Marcha de la Justicia. En un día, caminamos a casi 200 kilómetros de Moscú. En ese tiempo, no derramamos una sola gota de sangre de nuestros combatientes. Ahora, ha llegado el momento en que la sangre puede derramarse. Es por eso que, entendiendo la responsabilidad de derramar sangre rusa en uno de los lados, estamos haciendo retroceder nuestros convoyes y regresando a los campamentos de acuerdo con el plan", afirmó en un mensaje de audio en su canal de Telegram.

El mayor desafío a Putin de los últimos años

El líder del grupo de mercenarios Wagner pasó este sábado de preparar estrategias militares en Ucrania, a lanzar un desafío al Kremlin. El más importante al que se ha enfrentado el presidente ruso en los últimos años.

La lealtad de las fuerzas militares rusas al presidente es, según los expertos, clave para el desenlace de la crisis. Y con su jugada, Prigozhin ha obligado al entorno de Putin y a la cúpula militar a posicionarse.

Prigozhin dijo que las élites militares rusas, contra las cuales se había rebelado, "querían desintegrar a Wagner", y explicó que por ello anunció la "marcha por la justicia", durante la cual, en 24 horas, avanzó hasta llegar a 200 kilómetros de Moscú tras tomar la ciudad sureña de Rostov del Don.

Sin embargo, la "iniciativa personal" de Lukashenko, según el Kremlin, quien conoce a Prigozhin desde hace 20 años, logró frenar el avance paramilitar tras cerrar un acuerdo con su líder.

"El presidente bielorruso le informó en detalle al presidente ruso sobre el resultado de las negociaciones con la dirección de Wagner" y Putin le agradeció el "trabajo realizado", informó el canal 'Pul Pervogo', vinculado con la Presidencia bielorrusa.

El grupo Wagner abandona Rostov del Don entre vítores y aplausos

Paralelamente, las fuerzas de Wagner comenzaron a retirarse de Rostov del Don. Decenas de vecinos han coreado "¡Wagner, Wagner!" cerca del cuartel general militar de Rostov del Don (suroeste de Rusia), tomado a primera hora de la mañana por los mercenarios de Prigozhin, mientras los paramilitares se preparaban para abandonar sus posiciones, tras el anuncio en ese sentido de su líder.

Reunidos en una calle principal del centro de la ciudad, muchos vecinos han sacado sus teléfonos móviles para grabar vídeos de los combatientes del grupo paramilitar, mientras les aplaudían e incluso abrazaban. Entre las imágenes, se ha visto al propio Prigozhin abandonar la ciudad en un todoterreno, saludando a los civiles que se han acercado.

De los 25.000 hombres que Prigozhin aseguraba tener a su disposición, un convoy de 5.000 soldados paramilitares, dirigidos por el comandante de alto rango de Wagner, Dimitri Utkin, pretendía tomar posiciones en una zona densamente edificada de los alrededores de Moscú, según había informado una fuente cercana a la dirección en la parte controlada por Rusia de la provincia ucraniana de Donetsk.

En su marcha hacia la capital, Rusia había disparado y mandado helicópteros contra las tropas de Wagner en la ciudad de Voronezh, según había denunciado Prigozhin, que previamente había indicado que no se entregaría.

Finalmente, el acuerdo in extremis con Bielorrusia, con la venia de Putin, ha logrado frenar la rebelión militar y los mercenarios del grupo Wagner han retomado sus pasos hacia sus bases militares con la esperanza de que Moscú cumplirá su promesa y no les castigará.