George Bush mantiene el discurso e insiste en reforzar los principios del libre mercado
sábado 15 de noviembre de 2008, 16:15h
El presidente de EEUU, George W. Bush, expresó este sábado su agradecimiento a los asistentes a la cumbre del G20 por su compromiso con el sistema económico actual de libre mercado, pero advirtió de que será necesario realizar esfuerzos adicionales para salvar la actual crisis económica, e instó a evitar cualquier actitud favorable al proteccionismo económico.
"Me complace ver que los líderes han reafirmado los principios detrás del aperturismo de mercados y del libre comercio", declaró Bush al inicio de la jornada. "La crisis no ha terminado, y a pesar de que se están realizando progresos aún queda mucho trabajo por hacer", añadió.
No obstante, Bush volvió a hacer hincapié en que el libre mercado es el camino más seguro para el crecimiento económico sostenido, advirtiendo de que "uno de los peligros que aparecen en períodos de crisis como éste" es que "algunas personas puedan comenzar a poner en marcha políticas proteccionistas".
El presidente de EEUU llegó poco antes de las 8 de la mañana (14.00 horas en España) al National Building Museum, donde fue recibiendo a los líderes del G20. Todos ellos se reunirán para una sesión gráfica, la "foto de familia", y sobre las 9.20 horas (15.20 horas en España) comenzará la primera sesión plenaria.
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, llegó al National Building Museum poco después de las 6.30 horas (14.30 horas en España) y fue recibido por Bush, que le dio la mano y le acompañó al interior de edificio.
Durante la cena con la que el viernes se dio por abierta la cumbre del G-20, Zapatero se comprometió a estudiar un plan de estímulos fiscales coordinado con otros países desarrollados para reactivar la demanda y la actividad económica.
Zapatero intervino durante la cena ante los jefes de Estado y de Gobierno del G-20 para reclamar medidas destinadas a la "economía real", una vez adoptadas iniciativas coordinadas para ayudar a la "economía financiera".
En este contexto, destacó la necesidad de estimular la demanda y estuvo de acuerdo en estudiar la posibilidad de "un plan de estímulo financiero a nivel mundial", una de las iniciativas puesta sobre la mesa por varios de los dirigentes del G-20.
Zapatero consideró que los últimos veinte años han sido los mejores de la economía mundial, tanto por el crecimiento económico experimentado, como por el nivel de ahorro, y estimó que la crisis del sistema financiero ha derivado en un "estancamiento total".
Según sus palabras, han fallado los mecanismos de regulación y de supervisión, pero "los fundamentos de la economía no son malos y de esta situación se puede y se debe salir". Para ello, se necesitan medidas coordinadas entre todos los países.
El Gobierno español respalda así el borrador de conclusiones de la cumbre, que todavía no está cerrado ya que hay países que han mostrado discrepancias con varios de sus puntos.
El primer apartado del texto, según las fuentes del Ejecutivo español, establece que los responsables de la crisis financiera no sólo son los actores del sistema, sino también los políticos y la falta de regulación existente en algunos países.
El borrador reconoce la importancia de las medidas coordinadas tomadas a corto plazo para paliar la crisis, pero hace hincapié en la necesidad de impulsar la demanda mundial, para lo que proponen "una política fiscal y monetaria expansiva".
Se apuesta además por reforzar los instrumentos de supervisión en cada país y de forma coordinada, dado el calado de las operaciones trasnacionales; y se aboga por avanzar en la Ronda de Doha.
El texto en estudio incluye una defensa de la globalización y del libre comercio y previene contra la tentación de caer en un proteccionismo excesivo y en una "sobrerregulación" al tomar medidas frente a la crisis.