Isabel Pantoja, qué desgraciaíta tú eres teniéndolo to

Tengo un disgusto que ni toda la producción de kleenex me serviría para enjugarme las lágrimas. Más bien mis lágrimas me servirían para enjuagarme la cara del llanto fluido que tengo. Y mi pena no es otra que la ruptura de Isabel Pantoja con Julián Muñoz. ¿Cómo ha podido pasar? Yo no me lo esperaba, ni nadie. España no se merecía esto. Con lo contentos que estábamos con vuestra relación.

Dice la Panto que se siente engañada, que lo ha querido con locura y yo me lo creo. Las mujeres como ella sólo saben querer así: como locas. Dice que Julián la ha engañado y yo no albergo la más mínima duda. Isabel es una mujer decente y las mujeres decentes ni engañamos, ni vamos con los hombres por dinero ni esperamos nada a cambio, tan sólo amor.

Isabel, ¿cómo te han podido hacer esto con lo que tú vales? ¿Cómo ha podido este hombre jugar con tus sentimientos puros? Tú, que lo has dado todo por él, que te has matado a trabajar para darle todo de ti. La vida es así de dura, Isa, das tu amor desinteresadamente y te devuelven ese amor con engaños. Quién te iba a decir a ti que Julián te iba a salir rana, ¿eh? Nadie sale de su asombro. Vete a saber con qué arpía de mujer te habrá engañado. Porque, ¿qué mujer puede tener los santos bemoles de liarse con un hombre casado? Sólo las malas pécoras que no tienen sentimientos ni tienen ná. Porque vosotros no estabais casados pero erais un matrimonio de hecho, no como lo que tenía con Mayte Zaldívar que al fin y al cabo cuando tú conociste al bigotillos su relación hacía aguas muy mayores.

Ay, María de la O, ¡qué desgraciaita tú eres teniéndolo to. No hay derecho. Qué lista eres que te has ido a Argentina para ahogar tus penas. No es para menos. Pero mira, Isa, de todo se aprende en esta vida. Tú, la próxima vez que te enamores, no te entregues, más bien pide que te entreguen a ti, si puede ser la cartera. Al menos si luego te engañan, por lo menos te quedas con la pasta que ya se sabe (tú no porque eres muy ingenua) que las penas con dinero son menos penas. Y no te amohínes, ni te pongas triste que tienes el cariño de todos los españoles que tenemos en ti un ejemplo de mujer como Dios manda, que amas sin esperar nada a cambio que tu lema en la vida es: contigo pan y cebolla

Si es que no me dais más que disgustos. Estoy por cogerme un avión a Buenos Aires para consolarte en tu triste soledad. Todo mi apoyo incondicional desde aquí. Y pensar que encima tu nombre se vio salpicado sin comerlo ni beberlo por el tema ése de la Operación Malaya.