Obama viene al escenario mundial a enaltecer la imagen de las gentes de tez oscura
La elección de Barack Hussein Obama a la presidencia de Estados Unidos alborotó a muchos gobiernitos basura que medran en el subdesarrollo. Creyeron que el hombre venía a unirse al plañidero coro de vociferadores resentidos y acomplejados que en todo el planeta alimentan resentimientos racistas para fines políticos demagógicos.
Habituados a fabricar "ideologías" sobre medias verdades, ignorantes consejas populistas y otros elementos de la bazofia intelectual de izquierda, simplificaron la formación moral e intelectual del actual Presidente norteamericano en un desesperado afán de hacerlo "suyo", de proclamarlo "hermano".
Ya comienzan a comprobar su profundo error: La elección de Obama es una amenaza mortal a la sarta de tonterías con que muchos aprovechados suelen alimentar a sus desesperados seguidores.
Al contrario de lo que creían, su elección es prueba fehaciente que lo que importa en la gente es su decencia, buena fe y valores auténticamente democráticos y libertarios.
Obama viene al escenario mundial a limpiar, lavar y enaltecer la imagen de las gentes de tez oscura. Una imagen mancillada por tanto troglodita que no hace sino desacreditar su raza: desde caníbales genocidas como Idi Amín Dada, Al Bashir y Pol Pot hasta pigmeos baratos como Manuel Antonio Noriega y similares, que se golpean el pecho cual gorilas para luego caer llorando de rodillas cuando las cosas se les ponen duras.
Obama es testimonio vivo que el color de la piel no impide llegar a tope cuando la persona es seria, decente, correcta, ética, culta, y hasta elegante y refinada. Obama es todo lo que jamás podrán ser esos personajes.
Obama llegó con apoyo de todas las razas, por méritos propios, sin camuflarse con uniformes de opereta, ni hablar huecamente de "revolución". Trae capacidad y autoridad moral para tirar toda la fauna ñángara al piso, y paseárselos por donde le venga en gana.
El viejo Raúl Castro parece que ha captado la diferencia y se viene posicionando como un tipo serio ante el nuevo Presidente.
Quizás será Raúl quien -discretamente y sin exhibicionismo- le ofrezca a Obama la opción de destrabar un absurdo "impasse" de medio siglo, adelantándose con viveza cubana al coro de saltimbanquis afiebrados que hoy mal imitan a su moribundo hermano.
Ya viene abril, y cuando en Puerto España se reúnan los presidentes de América, muchas "vedette" bufas del Circo Izquierda comprobarán de nuevo que sus propias lenguas son el peor castigo de su cuerpo.