Oliva Ramírez va con todo por la refinería

El gobierno del estado de Guanajuato no sacó uno, sino dos ases de la manga, para mantenerse en la pelea por la instalación de la nueva refinería de Petróleos Mexicanos.

A pesar de que la ciudad de Salamanca había sido prácticamente descartada por la federación, ayer, volvió al juego gracias a dos movimientos clave: la comparecencia de Juan Manuel Oliva, apoyada y enriquecida, con la intervención del que fuera director general de Pemex Refinación en el sexenio de Vicente Fox, Miguel Tame Domínguez; así como poner sobre la mesa, una inversión por casi mil 300 millones de pesos, por cuenta del estado.

En primer lugar, los conocimientos y la experiencia de Tame Domínguez, sacaron a flote a la comitiva guanajuatense de las preguntas técnicas y réplicas de los expertos, quienes cuestionaron a las autoridades sobre el procesamiento, transformación y aprovechamiento de combustibles alternos como el coque, gas natural y sulfatos.

“El coque es un combustible barato altamente deseado por la industria cementera… al ser rico en dióxido de azufre, genera problemas de contaminación, pero la caliza con la que se fabrica el cemento, serviría de filtro para evitarla”, precisó Tame Domínguez al término de la ponencia de la comitiva guanajuatense.

El segundo as de Oliva Ramírez fue el compromiso del gobierno de Guanajuato de aportar casi 1 mil 300 millones de pesos, además de una superficie territorial de más 1 mil 200 hectáreas donde se realizaría, además de la nueva refinería, un parque industrial y un bosque, para ayudar a mitigar la contaminación en la zona.