“Gol” a ex –contralor Óscar Arana
jueves 30 de julio de 2009, 22:23h
La facultad de Artes de la Universidad Nacional entregó el informe de un estudio según el cual existía un alto riesgo de contaminación electromagnética por cables de alta tensión en los estudiantes del colegio Carlos Arango Vélez, ubicado en la localidad de Keneddy.
La facultad de Artes de la Universidad Nacional entregó el informe de un estudio según el cual existía un alto riesgo de contaminación electromagnética por cables de alta tensión en los estudiantes del colegio Carlos Arango Vélez, ubicado en la localidad de Keneddy.
A raíz del estudio, el entonces contralor de Bogotá Óscar Arana ordenó el cierre de las instalaciones en las que funcionaba la institución en febrero de 2007, dando un plazo de 45 días para trasladar a los 2 mil estudiantes a un sitio más seguro.
Dos años y medio después de la orden de la Contraloría se comprobó por medio del Ministerio de Minas y Energía y de la empresa Codensa que la supuesta afectación por los campos electromagnéticos no existe y que “las mediaciones realizadas de campo eléctrico y magnético no superan los valores límites, establecidos en el Reglamento Técnico de Instalaciones Eléctricas (RETIE)”.
Sin embargo, durante estos más de dos años la Secretaría de Educación ha gastado 700 millones de pesos en arrendamiento y traslado de los estudiantes al colegio Rómulo Gallego, en la misma localidad, y tendrá que invertir cerca de 400 millones de pesos para volver a adecuar las instalaciones del colegio del que fueron sacados para renovar los servicios públicos, tuberías y fachada del mismo.
El personero delegado de Educación, Luis Federico Duarte, calificó como una ‘chiripiorca’ la decisión del contralor Óscar Arana y dijo que no era justo que por un informe realizado por la facultad de Artes de la Universidad Nacional se hubiera ordenado el cierre del colegio. “La facultad de Artes no es competencia para realizar ningún tipo de estudios de esta categoría”, dijo.
A su vez, se mostró muy preocupado por la situación que han tenido que enfrentar los estudiantes del Carlos Arango Vélez, pues la zona a donde fueron trasladados, ubicada entre el centro comercial Plaza de las Américas y la avenida Primera de Mayo, “es una zona terrible para el desarrollo de cualquier estudiante”. Según Duarte, ese sector está inundado de casas de prostitución, moteles y se ha observado venta de estupefacientes en sus alrededores.
La Personería de Bogotá entrará a investigar a las personas involucradas en este hecho para gestionar las sanciones pertinentes.