Cuanto más se enseña el catalán en la escuela, más se habla el español en casa. Así de clara es la realidad sociolingüística de un país de gente amante de sus tradiciones y de su cultura.
El catalán es la única lengua oficial del Principado, según su Constitución de 1993. Es, por tanto, la lengua de la Administración y de la educación pública. Al mismo tiempo, el francés y el español han sido siempre las lenguas de relación internacional. Y están presentes en su vida cotidiana.
Es muy interesante ver qué ha pasado con el uso de las lenguas en los últimos años. Los datos del Gobierno andorrano (estudio de 2004, Servei de Política Lingüística) lo dicen muy claro. El español es la lengua materna del 43,4% de los habitantes, ya sean andorranos o extranjeros. Por su parte, el catalán es la lengua materna del 29,9% de los habitantes, es decir, 5,2 puntos menos que en 1999.
Lo más curioso: el español aumenta entre las personas de nacionalidad andorrana, entre las cuales disminuye el catalán en familia. El catalán es la lengua familiar de menos de la mitad de los andorranos: 49%, lo que significa una pérdida de 12 puntos con respecto a 1999.
Más aún: el mismo estudio refleja un continuo avance en el uso del castellano en el conjunto de las relaciones (familia, trabajo, Administración…) de las personas entrevistadas. En 2004, el castellano ya era la lengua más utilizada, hablada un 42,8% del tiempo, frente al 40,6% del catalán. En 1999, sin embargo, el catalán era hablado un 46,3% del tiempo, frente al 39,5% del castellano.
Además, han elaborado un interesante indicador lingüístico, con una puntuación que va del 0 al 100, que refleja la siguiente escala: castellano: 60,8 puntos; catalán: 48,5; francés: 18,5; portugués: 11,4 puntos.
Novedad histórica. El castellano ya es la primera lengua hablada en Andorra. Añadamos, pues, el país pirenaico a la lista de países del mundo de lengua española.
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