Alemania a la defensiva frente a las críticas en la UE

Alemania se defendió este jueves en Bruselas de las críticas en Europa por su gestión -calificada de egoísta y proteccionista- del caso de Opel, que la canciller alemana, Ángela Merkel, convirtió en una prioridad de su campaña electoral para las legislativas del domingo.

"Lo que hemos hecho por Opel es bueno para toda Europa, también para Gran Bretaña y Europa", explicó el secretario de Estado alemán de Economía, Peter Hintze, al llegar a una reunión de ministros europeos de Industria.

Los representantes de Bélgica -que podría ver cerrada su única fábrica de Opel en Amberes (norte)-, de Gran Bretaña, de Polonia y de España manifestaron su preocupación, ya que temen salir perjudicados en cuanto a supresión de empleos en relación a Alemania.

Todos ellos pidieron a la Comisión Europea, regulador de la competencia en la Unión Europea, que vigile atentamente el tema, según una fuente europea.

El ministro británico de Comercio, Peter Mandelson, también escribió al Ejecutivo comunitario para cuestionar la solidez del proyecto de que Opel sea adquirida por un consorcio liderado por la canadiense Magna, que según él no era forzosamente "la más viable (opción) en el plano comercial".

Magna tiene el apoyo de Berlín, que ha dirigido el rescate de Opel. Parece ser que Alemania obtuvo con la operación el mantenimiento de sus cuatro fábricas.

"Todo lo que hemos hecho es una condición para que también en Gran Bretaña, Vauxhall y la nueva Opel puedan tener un futuro", se defendió este jueves Hintze. "La situación parecía desde el principio más desfavorable para Bélgica, pero es una decisión puramente económica", dijo.

"En cifras absolutas, Alemania sufre la mayor parte de las supresiones de empleo", "más que Gran Bretaña y España juntas", insistió.

Según la prensa alemana, Magna podría suprimir alrededor de 11.000 empleos de los 45.730 que tiene en Europa, de los cuales más de 4.000 en Alemania. Además de los 2.300 empleados de Amberes, casi 2.100 puestos están amenazados en España. Polonia también sufriría supresión de empleos, pero menos.

Magna envió su proyecto a los gobiernos afectados, que se dieron hasta el 7 de octubre para examinarlo, precisó este jueves el comisario europeo de Industria, Günter Verheugen.

Ese día, "tendremos las bases para una decisión" de la Comisión sobre si Alemania está siendo fiel o no al derecho europeo en esta operación, dijo.

Bruselas tiene algo que decir sobre el rescate de Opel, vistas las importantes ayudas de Estado prometidas a Magna, 4.500 millones de euros (6.600 millones de dólares).

"Estas ayudas serán cuidadosamente evaluadas por la Comisión", insistió el comisario, que subrayó que esto "no vale sólo para Alemania, sino para todos los países implicados".

Alemania no pretende pagar sola estos 6.600 millones de dólares, sino que cada país con fábricas de Opel participe en esta cantidad según su peso económico en proporción al del conjunto de países, y teniendo en cuenta "el total de los sueldos y el número de empleos", dijo Hintze.

El ministro de Economía de Alemania, Karl-Theodor zu Guttenberg, dijo que su gobierno no espera un veto de Bruselas.