De ahí que, en muchos casos, se estén poniendo todos los obstáculos posibles para evitar las fusiones 'interterritoriales' de cajas. Porque ello trastocaría los planes previstos por PSOE y PP.
"Sería el desastre total. Si se mantiene la politización de las cajas, el noventa y nueve por ciento de estas entidades corren el riesgo de desaparecer", comenta a Diariocritico la dirigente de banca de Comisiones Obreras,
María Jesús Paredes cuando se la plantea la posibilidad de un acuerdo de reparto.

Los sindicatos son los que más se oponen a que se mantenga el actual sistema:
"el ejemplo mas claro se ha visto en Caja Castilla La Mancha. La orden de los políticos a los gestores de CCM de invertir en proyectos inviables a todas luces como el aeropuerto de Ciudad Real o el complejo turístico Reino Don Quijote, han llevado a la ruina a la nntidad".
Y encima, arrecian las críticas a la fórmula escogida para solucionar la situación que atraviesa la caja castellano manchega. Según se van conociendo datos sobre la 'adjudicación' a Cajastur crecen las sospechas sobre una 'liquidación ordenada' de la entidad más que una fusión en toda regla. Una circunstancia que ha llevado al Partido Popular a asegurar que ve
"un fraude de ley en esta operación", mientras que Izquierda Unida y Comisiones Obreras, - en boca de María Jesús Paredes-, aseguran que lo que se está haciendo es simplemente
"privatizar Caja Castilla La Mancha".
Y explicaciones para sacar adelante tales argumentos existen. Se sabe que Caja Castilla La Mancha no se integrará en su totalidad en la estructura de Cajastur. Los activos y pasivos que integran el negocio bancario pasarán a depender de una filial de la entidad asturiana, el Banco Libertas. CCM se quedará, a cambio, con el 25% de las acciones de este banco. La operación, calcada a la que se ha llevado a cabo en los Estados Unidos con algunas entidades, supone convertir a CCM en un 'banco malo, aislando los 'activos tóxicos'.
Banco malo y proyectos no viables
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De esta manera, este 'banco malo' que formará CCM retendrá, en su patrimonio las participaciones industriales y promociones en empresas y proyectos considerados 'no viables', como los mencionados anteriormente.
Así pues, el 'banco malo' se quedará con los activos tóxicos y también con la Obra Social. Con los réditos que obtenga de su 25% en Banco Libertas devolverá los 1.300 millones de euros que inyectará el Fondo de Garantía de Depósitos hasta que se quede, simplemente, con la actividad de la Obra Social.
En ese momento, CCM pasará a convertirse en una fundación encargada de prestar, únicamente, servicios a la sociedad. Caja Castilla La Mancha, entonces, dejará de pertenecer a la CECA, la Confederación Española de Cajas de Ahorro, y desaparecerán sus órganos de Gobierno. Este es el argumento que sirve al PP para acusar al gobierno regional de
José María Barreda, y al Banco de España de estar utilizando una
"simulación jurídica", y a la izquierda de
"querer privatizar " la Caja.
La oposición parlamentaria y los sindicatos empiezan a sospechar, también, que, detrás de lo que se ha dado en llamar 'fusiones virtuales' de las cajas, o la creación de sistemas institucionales de protección, SIP, no hay otra cosa que evitar las fusiones reales necesarias para dar salida a un sector en evidente crisis.