"Pido al ministerio de Relaciones Exteriores que proponga a la Unión Europea la adopción rápida de sanciones concretas para que todos aquellos que están implicados en la violencia sepan que deberán asumir sus actos", advirtió Sarkozy en una declaración difundida por la presidencia.
El mandatario galo también propuso que se "examine la suspensión de las relaciones económicas, comerciales y financieras con Libia, hasta nueva orden".
Sarkozy calificó de "indignante" la "brutal y sangrienta represión contra la población civil libia".
"Francia pide una vez más el cese inmediato de la violencia en Libia y llama a los dirigentes de ese país a entablar a la brevedad un diálogo político para que cese la tragedia en curso", sostuvo Sarkozy.
El presidente francés consideró que "la comunidad internacional no puede seguir siendo espectadora frente a violaciones masivas de los derechos humanos", sostuvo el presidente francés.
Sarkozy recibió a fines de 2007 con bombos y platillos al dirigente libio Muamar Kadhafi, en el poder desde hace casi 42 años.
La ola de protestas contra el régimen de Kadhafi, que sacude a Libia desde mediados de febrero, se ha cobrado la vida de unas 300 personas, según los primeros datos oficiales anunciados el martes.
Sin embargo, organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos calculan que entre 200 y 400 personas murieron víctimas de la represión del régimen libio.