viernes 20 de julio de 2007, 16:17h
Si se prestó atención al encuentro del miércoles entre Acebes y Piqué no habrá sorprendido, en absoluto, la decisión de Piqué y sus lugartenientes de "mandar a paseo" al PP y su actual dirección, encabezada por Rajoy y Acebes. Valdrá la pena, asimismo, recordar la pésima relación personal y en el partido que han venido manteniendo Piqué y Acebes. El primero opinó hace algunos meses que el partido debería prescindir de los elementos más característicos y representativos de la vieja guardia, y mencionó expresamente a Acebes y Zaplana. Naturalmente, Rajoy no hizo caso a tal sugerencia y ha mantenido en sus cargos y con sus responsabilidades a estos dos elementos para muchas otras áreas del PP "caducos representantes del PP más intolerante y menos centrista"...
Lo cierto es que Acebes acudió a entrevistarse con Piqué para anunciarle la designación de distintos nombres de la confianza de Génova -o sea, de Acebes y Rajoy- al frente de la campaña de las generales en las cuatro circunscripciones provinciales catalanas: Alberto Fernández, Alicia Sánchez Camacho, Pilar Arnalot, debieran ser los hombres o mujeres que enderezaran el rumbo del partido catalán ante las próximas elecciones. Y con estos y otros nombres impuestos a Piqué se establecerían estructuras paralelas o se desplazarían los cuadros de dirección existentes, y surgidos del Congreso regional. Aseguran los cronistas que en ese anuncio efectuado a Piqué, Acebes puso buen cuidado en no desairar a Piqué, pero el choque resultaba inevitable y evidente, como efectivamente ha sucedido a las pocas horas.
En el fondo, entre Acebes y Piqué no se ha abordado otra cuestión que la mayor o menor catalanización de este PP. Acebes ha impuesto su criterio, avalado por Rajoy, de que debe avanzarse en la "españolización" del PP catalán, frente a los criterios de quienes entienden que la ya muy escasa presencia y representación del PP catalán quedaría extinguida y laminada con "los nuevos mandos", Fernández Díaz y compañeros, cuya inoperancia e ineficacia ha quedado ampliamente demostrada. Es del todo probable que en las consideraciones de Acebes haya pesado lo acontecido con el proyecto de Albert Rivera y otros dirigentes de Ciutadans de Cataluña, para algunos un modo eficaz para haberse transformado el PP catalán.
Lo cierto es que la espantada de Piqué, sin posible marcha atrás, deja descabezado al PP de Cataluña. Y que si ya eran escasas sus posibilidades electorales con un líder conocido como Piqué, es harto dudoso que se pueda producir mejoría con Alberto Fernández Díaz, Daniel Sirera y García Albiol. No es menos cierto que Piqué fulera "de triunfo en triunfo" en las más recientes elecciones. Más bien al contrario. Y eso es lo que posiblemente ha movido a Génova a buscarle fórmulas alternativas. Pero es evidente que era "una cabeza visible y representativa"...