www.diariocritico.com

Recomiendan para bebés cuna de madera lejos de la ventana

jueves 11 de octubre de 2007, 23:55h

Una habitación con hartos juguetes y peluches le quitan energía al bebé, quien debe dormir en cuna de madera con espacios en la cabecera y lejos de la ventana, según Feng Shui, una filosofía china que busca la “armonización” del ambiente.

Y es que las mamás deben tener presente que la habitación, ese espacio donde el bebé pasa unas 16 de las 24 horas del día durante sus primeros meses de vida, es el entorno que casi reemplaza al vientre materno y por ende, debe ser segura, acogedora y cálida.

Según Mónica Koppel, autora de “Feng shui para niños”, mantener la recámara limpia y ordenada para que circule el aire y la luz es esencial para que el bebé se sienta tranquilo, pero también hay que saber seleccionar los muebles, colores y juguetes que lo acompañan.

La planeación del cuarto del bebé deberá iniciarse cerca del cuarto o quinto mes de embarazo, en opinión de la especialista.

Para las paredes del cuarto, los materiales sanos y naturales, como las maderas macizas, con acabados naturales (ceras o aceite de lino), las fibras naturales y las pinturas al agua, son preferibles a los aglomerados, pinturas y barnices sintéticos.

La cuna debe ubicarse de forma que el bebé nunca duerma con los pies hacia la puerta pues esto “le roba energía y lo vuelve irritable”, según la experta en esos principios que poco, o nada, tienen que ver con los consejos que aparecen en revistas femeninas.

Es decir, aunque en ocasiones el Feng Shui recomienda emplear campanas, patos o bolas de cristal, no se trata de “teorías para decoración de interiores”. La idea es “crear un ambiente en el que los niños se sientan complacidos”.

Así, hay que evitar las alfombras porque atrapan tierra, lo que provoca alergias. Y como una habitación cargada de objetos es más difícil de limpiar, es recomendable adoptar un estilo similar al minimalista para que el lugar tenga buena ventilación.

Y por supuesto, cuanto más sencillo sea el mobiliario de la habitación, mejor. El elemento que el Feng Shui asocia con los primeros años de la vida de los niños es la madera porque “promueve la actividad, la concentración, la iniciativa y la creatividad”.

Y los cuadros con motivos de animalitos o payasos crean una atmósfera de sociabilidad.

Las cortinas, elaboradas con materiales que no atrapen polvo, son necesarias para controlar la entrada de luz natural durante el sueño diurno del bebé.

El mismo consejo se aplica para el protector de la cuna y colcha, que debe ser de tejidos que no absorban tierra ni polvo.

A medida que el niño empieza a crecer, su recámara deberá incorporar libreros o estantes, pero nunca sobre su cabeza al dormir o estudiar ya que esto le provoca “encierro”, lo que se reflejará en “bloqueos para expresarse y convivir, así como rebeldía”.

Los almohadones o textiles más recomendables son de algodón o lino para permitir “un libre flujo de la energía corporal del niño” y promover “frescura, creatividad, seguridad y limpieza en sus sensaciones”, de acuerdo con Koppel.

La recámara infantil es el lugar de la casa donde suele haber mucho colorido, pero, ojo, no todos los colores son apropiados para todas las situaciones y edades.

El amarillo, por ejemplo, es “excelente para llevar alegría a un ambiente y compensa la falta de luz natural en ambientes oscuros”, pero no es recomendable para la habitación del recién nacido porque “provoca llantos”.

Y aunque el blanco irradia “pureza y pulcritud”, también puede evocar “frialdad”, de modo que es inapropiado para el cuarto de un bebé.

Si la luz natural es buena, el Feng Shui recomienda el verde para la habitación de niños pequeños, pero no si se trata de adolescentes porque “puede asociarse con inmadurez e inestabilidad”.

En esos casos, el púrpura es una buena elección, y el negro, nunca. Los colores como la madera, el habano, el crudo, el maíz y el beige transmiten “tranquilidad”, por lo que son recomendables para niños “excitables”.

Pero cuando se presentan en exceso, sin otros toques, pueden “conspirar contra la creatividad”.

En todos los casos, el tipo de ambiente íntimo que rodea al niño es vital para su desarrollo y éxito futuro, según las recomendaciones del Feng Shui, que surgen de una doctrina que data de la época de los emperadores chinos, hace cinco mil años.

“No es una teoría que cayó en paracaídas porque está de moda”, concluye María Clara Hernández, asesora de Feng Shui en México. Es un método “comprobado” de sabiduría china que ayuda en la búsqueda de la estimulación y la seguridad infantiles.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios