Martínez recordó que Almadén tiene "el mayor yacimiento mundial de mercurio" y es al mismo tiempo "una de las zonas más deprimidas de España, con densidad de población y rentas per cápita más bajas y con un índice de desempleo y una población inactiva superior a la media nacional española".
"Sin duda el fin de la producción y de la comercialización de mercurio después de más de 20 siglos de explotación y actividad industrial tendrá importantes repercusiones socio-económicas para la comarca de Almadén", señaló el consejero. Añadió que la comarca respalda los objetivos medioambientales de la estrategia para eliminar el mercurio y sus efectos contaminantes y "asume el sacrificio socio-económico" que supondrá su aplicación, y que contribuirá a ella través del centro tecnológico del mercurio que tiene previsto instalar allí el Gobierno.
Por todo ello, reclamó la ayuda de los Veinticinco para poner en marcha un programa de acción con ayudas europeas para "garantizar un desarrollo sostenible para la comarca de Almadén". Este plan de acción tendría que basarse, según el consejero, en tres prioridades: la construcción de infraestructuras, la generación de puestos de trabajo, y la formación de las personas que se queden sin empleo.
Asimismo, apostó por desarrollar actuaciones conjuntas con otros países de la UE que se encuentren en similares circunstancias, y destacó el caso de Eslovenia, donde se encuentra la segunda mayor mina europea, y con cuyo ministro de Medio Ambiente se reunió este lunes Martínez acompañado de la ministra Cristina Narbona.
Narbona reiteró el "compromiso" del Gobierno para cumplir la estrategia europea sobre el mercurio y "concluir toda exportación de mercurio a partir de 2011". Recordó además que Almadén ha anticipado los tiempos, de manera que en esta fecha todas las empresas de estos sectores tendrán que presentar las medidas que van a adoptar para la sustitución definitiva de la tecnología del mercurio, antes del plazo límite de 2020.